En respuesta a una interpelación urgente del diputado del Partido Popuplar José Ignacio Echániz, el titular de Trabajo e Inmigración aseguró que la intención del Ejecutivo no es abaratar el despido, sino “explorar vías que permitan aligerar el coste de las empresas sin reducir los derechos de trabajadores”.
Dijo que la reforma laboral debería suponer la transición hacia un modelo alternativo más resistente a futuras crisis, de tal forma que el deterioro económico “no se cebe tan directamente sobre el empleo” como ha ocurrido.
En este sentido, explicó que no se trata de “mimetizar” el modelo austríaco o alemán, sino de aportar al debate las experiencias de otros países donde la crisis no ha tenido los mismos efectos sobre el empleo que en España.