En una rueda de prensa en Estocolmo, donde mañana miércoles recibirá el premio Nobel, Krugman se mostró bastante pesimista sobre la crisis económica global y aseguró “temer” que se repita la situación de Japón y que se encadenen una serie de “severas crisis” en países importantes.
Algo que ya pasó en Argentina o Indonesia, recordó Krugman, que insistió en que “nadie” es inmune a estos problemas y en que “nadie” puede salir beneficiado de esta situación.
Por ello, abogó por “dar oportunidad al gasto de dinero” porque la alternativa, que es ser “muy cauto” con las inversiones, no es la mejor vía.
Eso dependerá de los planes de los Gobiernos y en ese punto, el economista y periodista estadounidense aseguró que lo más “preocupante es saber qué es posible” hacer.
Especialmente porque la velocidad de la crisis es superior a la velocidad de la reacción de los Gobiernos, tanto de Estados Unidos como de Europa, por lo que es complicado saber si las medidas que preparan llegarán a tiempo.
Si los planes de rescate tienen éxito, entonces se producirán una serie de “situaciones temporales” en las que los Gobiernos controlarán sectores sensibles e incluso se plantearán nacionalizaciones, pero después todo volverá a la normalidad.
Eso dependerá de muchos factores, de los que sKrugman resaltó la necesidad de invertir en infraestructuras y el control del déficit.
Si el déficit se mantiene alto hasta un máximo de dos años, entonces la situación se puede manejar, pero si supera ese margen temporal, las cosas se pueden descontrolar, agregó.
Lo que es obvio, hizo hincapié, es que “va a venir un momento duro y no va a ser fácil salir de él”, especialmente el próximo año, que será “bastante malo”, según el Nobel de Economía.