Telefónica está analizando la posibilidad de
cerrar 108 centros de trabajo de "baja ocupación" distribuidos por todo el territorio español. Esta decisión se enmarca en su estrategia de optimización de edificios. Por ello, ha comenzado conversaciones con representantes sindicales. Se estima una
reubicación de 266 empleados, información confirmada por fuentes tanto de la empresa presidida por José María Álvarez-Pallete López como del sindicato UGT al periódico ABC.
"Se ha iniciado un diálogo con los representantes de los trabajadores para avanzar en la concentración de empleados de la compañía, de acuerdo a un escenario en evolución marcado por transformaciones como el paso de la red de cobre a la fibra, la robotización y la automatización", declararon desde
Telefónica. Este movimiento afectaría principalmente a edificios con una ocupación de 15 o menos empleados. Dichos trabajadores serían trasladados a edificios centrales en capitales de provincia y contarían con un plan de "reskilling" en caso de necesitar una recualificación. Esta noticia llega
en medio del temor expresado por los sindicatos ante la más que probable entrada del grupo saudí STC, que compraría el 9,9% de las acciones de la empresa y se convertiría en accionista mayoritario.
Desde el lado de UGT, su intención es negociar y "reducir al mínimo" el número de empleados afectados por esta medida. Es probable que esta implementación se realice en los próximos dos años.
Aunque el plan busca eficiencia y reducción de dispersión, UGT muestra preocupación porque algunas reubicaciones podrían requerir desplazamientos de hasta 100 kilómetros.
"UGT ha expresado su rechazo a este plan de movilidad forzosa presentado por la compañía", señalaron en un comunicado. La organización está evaluando
alternativas para minimizar el impacto, como proponer "nuevas formas de trabajo", apostar por la descentralización o permitir a los trabajadores elegir otros posibles centros de destino.