Aparecen nuevos restos de la época árabe en el barrio de San Francisco

Una vez más el popular barrio de San Francisco ha sido el escenario de hallazgos arqueológicos relacionados con la época de ocupación musulmana de la ciudad.
En esta ocasión, como consecuencia de las obras de construcción de un inmueble situado entre la calle Torrejones y calle Empedrada, han salido a la luz una serie de restos óseos que datan del periodo de ocupación árabe. Se trata de unos diez enterramientos de personas, cuyos esqueletos han permanecido en un estado de conservación aceptable, a pesar de los siglos que han pasado por ellos.
Según explicó Raúl Hoyos, el arqueólogo que dirige estos trabajos de excavación, los restos que se encuentran a escasa profundidad, tras las dos capas de solería de las viviendas anteriores, pertenecen a la necrópolis que estaba situada en aquella época en el barrio de San Francisco y que ocupa buena parte de la zona. De hecho, es frecuente que cuando se realizan obras en esta barriada aparezcan este tipo de vestigios.
Se da la circunstancia de que los diez esqueletos se encuentran enterrados de cúbito lateral y mirando hacia La Meca (Este-Sureste), que «era el ritual propio de aquellos tiempos», indicó el arqueólogo.
Dos de estos esqueletos pertenecen, según los primeros datos obtenidos hasta el momento, a niños que tenían unas edades comprendidas entre los 7 y 8 años, el primero, y entre los 3 y 4 años el segundo.
También, durante las excavaciones que se están realizando en el solar, ha sido encontrada una moneda, aunque hasta el momento no se ha podido fijar su fecha, debido a que se encuentra bastante deteriorada y debe ser limpiada con productos apropiados para su identificación.

Museo Municipal
Los restos, una vez que finalicen los trabajos, pasarán a formar a engrosar los recursos del Museo Municipal de Ronda, situado en el histórico edificio del Palacio de Mondragón.
Una de las características de estos hallazgos se centra en el hecho de que los trabajos de excavación han durado únicamente dos semanas, tiempo en el que no se han paralizado las obras de la nueva edificación, ya que se han podido realizar de forma paralela.

Sin paralizar las obras
En este sentido el arqueólogo destacó que existe la falsa leyenda de que cuando aparecen restos arqueológicos al iniciarse una construcción, la misma debe paralizarse durante meses hasta que terminen las actuaciones arqueológicas, y «no es así como se puede comprobar en este caso, en el que en dos semanas hemos realizado las excavaciones y además, al mismo tiempo, los obreros han podido seguir con la obra de construcción y los rebajes de los terrenos».