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Corajudo y enamorado de la vida: Pepe Mujica cumple 89 años

Fiel a su promesa, a pocas semanas de que le diagnosticaran cáncer de esófago y tras empezar a tratarse con radioterapia, volvió a rodearse de militantes

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  • Pepe Mújica. -

Corajudo, socarrón, pícaro, muy entrador y enamorado de la vida son algunas de las palabras con las que compañeros y amigos cargados de anécdotas definen a José 'Pepe' Mujica: el hombre detrás del político que, "esquivando la guadaña", cumple 89 años.

"Y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado" fue la frase con la que, enfático en su afán por seguir militando junto a sus compañeros, cerró el chocante anuncio que rápidamente recorrió el mundo.

Fiel a su promesa, a pocas semanas de que le diagnosticaran cáncer de esófago y tras empezar a tratarse con radioterapia, volvió a rodearse de militantes en un acto más de los tantos que acumula.

 Corajudo y socarrón

"Cumple 89 y me tiene que respetar, porque tengo un año y medio más que él, cuidado", advierte a EFE Mauricio Rosencof, quien recuerda haber coincidido con Mujica años antes de integrar el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), en los años 50.

"Era ciclista por aquellos tiempos", revela sobre aquel compañero dispuesto a todo por la lucha del MLN-T al punto de que, hospitalizado tras sobrevivir a seis balazos se contactó diciéndole "yo me tiro con el colchón, organizate para que me vengan a buscar".

Esta, dice, es una de muchas demostraciones del carácter "muy corajudo" y "entrador" (que asume riesgos) de Mujica, con el que coincidió junto a Eleuterio Fernández Huidobro en calabozos durante los 12 años de la dictadura (1973-1985) en que los tres fueron "uno".

Otra anécdota cuenta el también integrante del MLN-T José López Mercao, que estuvo en la celda contigua a la suya en el Penal de Punta Carretas antes de su fuga masiva de 1971, pues habían empezado a agujerear cuando Mujica pidió que ocultaran todo porque un penado había reportado el ruido a los guardias.

"No recuerdo en mi vida haber hecho un trabajo tan rápido, con el corazón en la boca, y al otro día él, socarrón como era, nos dijo 'miren que lo de ayer fue un ensayo para ver en cuánto tiempo podíamos tapar ese agujero'. Yo lo quería matar", cuenta sobre un compañero que, dice, hasta hoy es "muy duro" pero "muy socarrón".

 

Enamorado de la vida

"Es un tipo agudo y, además, un enamorado de la vida, de la tierra. Siempre ha combinado su tarea política con la de la producción en la chacra donde vive. Es impensable pensar en Pepe y no pensar en las flores", asegura la expresidenta del Frente Amplio Mónica Xavier.

Si bien confiesa que trataba de no "molestarlo" siendo presidente (2010-2015), recuerda que una vez fue a su despacho y vio un cartel que decía "no avergüencen al presidente, páguenle al Frente Amplio", una "ocurrencia" alusiva al pago de aportes para sostener las campañas que, dice, refleja su espontáneo humor.

"Es un gaucho pícaro", complementa Andrés Berterreche, apadrinado por Mujica desde que empezó a militar en el MLN-T de adolescente, antes de acotar que "el viejo" tiene "un humor muy particular".

En ese sentido, dice que que no sabe "si banca (aguanta) tanto que se lo hagan a él" y agrega -entre risas- que también puede ser "bastante cascarrabias".

Daniel Olesker, ministro durante su mandato, dice, no obstante, haber atestiguado el lado más sensible del exmandatario, al que una vez vio "lagrimear" al recibir un regalo que simbolizaba la niñez y que le recordó la que Rosencof reconoce como su "materia pendiente": el no haber tenido hijos con su esposa, Lucía Topolansky.

"El tipo no tuvo hijos, pero en realidad fue padre de mucha gente desde el punto de vista político y del trabajo en la militancia", matiza no obstante Berterreche, quien dice haber sido "el hijo adolescente" del político que, subraya Olesker, mantuvo "toda su vida" el compromiso de "militar por los que menos tienen".

Vos podés

"Más de una vez anduvo la parca rondando el catre (...), esta vez viene con la guadaña en ristre", dijo Mujica ante un diagnóstico que sus allegados creen que este convertirá en otra batalla superada.

Consciente de que su figura logró una idolatría "impresionante" hasta en los rincones más humildes del campo uruguayo, para Berterreche "el viejo" posiblemente lo "entierre" a él pues, completa López Mercao, "como viejo terco la va a pelear".

Rosencof, en tanto, lo resumió en un poema: El del nicho nueve / nos ha alcanzado / en grito mordido / las palabras / vos podés / Letra a letra / la hemos devorado / huye el cuervo / vos podés. 

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