La doble estrella del flamante campeón de MotoGP Jorge Martín en su Aprilia, y el "Todo al rojo", lema con el que Marc Márquez dio la bienvenida a su nueva etapa como piloto oficial de Ducati, marcaron la jornada de entrenamientos de pretemporada de MotoGP que tuvo lugar este martes en el circuito de Barcelona-Catalunya.
Más allá de eso, las siete horas de práctica fueron dominadas por Álex Márquez, con la Ducati Gp24 del equipo Gresini, que fue el único que bajó del 1:39 y firmó 1:38.803. Martín fue undécimo con 1:39.859, mientras que Marc Márquez utilizó gomas blandas a falta de 23 minutos para el final y consiguió el cuarto mejor crono (1:39.454).
El mayor de los Márquez prácticamente calcó el tiempo de Francesco Bagnaia (1:39.398), que fue tercero, mientras que la Yamaha oficial del también italiano Fabio Quartararo (1:39.199) fue segundo, por detrás del menor de los Márquez.
Martín, con el dorsal 89, lució un casco dorado con dos estrellas, que representaba los dos títulos mundiales conquistados, el último el pasado domingo en este mismo escenario.
El madrileño rodó durante 77 vueltas y se sintió a gusto con la nueva moto, según comentaron desde su nuevo equipo, el oficial de Aprilia, después de su paso por Ducati. En los entrenamientos de tarde, Martín se cayó, sin consecuencias, en la curva cinco.
Antes de empezar la sesión, Martín, en declaraciones a DAZN, ha admitido sentirse "muy feliz". "Estoy con mucha paz, con muchas ganas. Ayer me acosté llorando y me levantado llorando. Las emociones empiezan a salir, después de todo esto empieza a ser real", ha dicho.
También ha agradecido a Aprilia, su nuevo equipo. "Ha sido mi primer contacto, ha sido brutal y parece que ya lleve tiempo aquí", ha resumido.
Márquez rodó mucho menos, durante 49 vueltas, pero se sintió muy seguro a los mandos de la Ducati. Vestido totalmente de rojo y con el lema "Todo al rojo" con su nueva moto, el de Cervera se mostró muy satisfecho.
En declaraciones a DAZN, el piloto de Cervera ha admitido que se ha sentido bien con la evolución de la Ducati. "Tenía confianza de que iría bien", ha dicho.
"Por eso he estado todo el día muy calmado, muy relajado por volver a trabajar de la manera que trabaja un equipo de fábrica, que es muy diferente en los tests, sobre todo porque tienes que probar muchas cosas", ha insistido.
Marc Márquez ha comentado que ha probado "muchísimas cosas" y que se va "con buenas sensaciones". "Me voy al invierno con la confianza que nos han dado estas pruebas. Tanto Peco (Bagnaia) como yo hemos tenido sensaciones muy similares con la moto nueva (la GP25) y eso facilita mucho las cosas", ha argumentado.
Respecto a las diferencias con la moto que ha pilotado hasta hace un par de días, la GP23, Márquez ha dicho que en la recta tiene "decimillas gratis" y ha desvelado que ha trabajado el 90 por ciento del tiempo con la moto nueva.
La Yamaha de Quartararo fue segunda, la mejor moto fuera de Ducati. A pesar de no probar demasiados elementos nuevos, el italiano realizó pruebas de chasis, de motor y aerodinámica, pero como otros equipos esperan evoluciones importantes para los entrenamientos oficiales en Sepang (Malasia), entre el 5 y el 7 de febrero del próximo año.
Entre los españoles y tras los hermanos Márquez, ha destacado Raúl Fernández, que ha sido quinto con su Aprilia RS-GP (1:39.471). Alex Rins (Yamaha) ha finalizado octavo (1:39.568); Pedro Acosta (KTM) ha firmado el noveno mejor crono (1:39.571).
Maverick Viñales ha sido duodécimo (1:39.887), justo por detrás de Martín; mientras que el probador Aleix Espargaró fue decimocuarto por delante de la Honda de Joan Mir (1:40.070), que se sintió muy decepcionado con la prueba. Fermín Aldeguer (Gresini) ha sido vigésimo con 1:40.564.
En la sesión matinal se produjeron cuatro accidentes, curiosamente todos ellos protagonizados por pilotos debutantes -Ai Agura, Luca Marini, Somkiat Chantra y Fermín Aldeguer- y en la de tarde tres más: Martín, Enea Bastianini y Álex Márquez.
La temporada se abrirá en el circuito tailandés Chang de Burinam el último fin de semana de febrero.
