Caía ya 3-1 el Real Betis Balompié sobre el césped de Mestalla cuando Manuel Pellegrini decidió realizar un triple cambio que resultó aún más irrelevante al anotar Diego López el cuarto tanto del Valencia CF, el tercero en seis minutos.

El empate cosechado al finalizar la primera mitad resultaba válido para ambos equipos: los locales necesitaban puntuar y hacer que su afición se olvidara de la mala situación que se vive en la Comunidad Valenciana, mientras que los visitantes habían conseguido las tablas tras un tempranero gol del conjunto ché.

Sin embargo, el planteamiento del Betis al salir del túnel de vestuarios fue un regalo para sus contrincantes. El Valencia anotó tres goles entre el minuto 50 y el 56, barriendo del verde a un equipo irreconocibles cuyos jugadores fallaron ocasiones indecibles tanto en defensa como en ataque.

Natan y Rui Silva hicieron la estatua en el segundo tanto del combinado ché, Bartra dejó a Hugo Duro todo el espacio del mundo para encarar al meta luso y colocar el tercero en el electrónico y todos los jugadores se quedaron mirando cómo Diego López ponía el balón en la misma escuadra antes de poder reaccionar siquiera.

Si a esta desconexión le sumamos el poco acierto, especialmente con ocasiones en la primera mitad por parte de Abde, Losada o Vitor Roque; el resumen es lo que se vio: un Betis superado que no fue capaz de rascar un empate ante el colista que llevaba tres semanas sin competir.