El Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha visto recompensadas las tareas de limpieza y mantenimiento de su costa toda vez que se ha convertido en el primer municipio andaluz en obtener la certificación 'Huella hídrica' para su litoral.
Los 22 kilómetros que abarca la franja costera de la capital de la Axarquía han recibido esta distinción el pasado 18 de noviembre según ha explicado el primer teniente de alcalde, Jesús Pérez Atencia, y el concejal de Playas, David Vilches.
La certificación 'Huella Hídrica' se concede conforme a los requisitos de la norma UNE-EN ISO 14.046:2016 e incluye la gestión de todas las playas del término municipal de Vélez-Málaga, "fruto del esfuerzo de todo el personal de playas, con el apoyo y asesoramiento técnico de Q Innovate Consultores", han explicados los ediles.
La Delegación de Playas del Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha apostado por herramientas como la evaluación de la huella hídrica, un método que permite evaluar los impactos ambientales relacionados con el agua y facilitar la implantación de estrategias para su optimización y gestión eficiente.
El objetivo principal de esta certificación es disponer de información clara sobre la huella hídrica de la organización, lo que permitirá tomar decisiones más informadas y establecer estrategias para reducir el consumo de agua.
Desde el Ayuntamiento destacan que lo que buscan es sensibilizar a los ciudadanos y turistas sobre la importancia de un uso responsable del agua, promoviendo una imagen más sostenible del municipio.
Esta nueva certificación incluirá el establecimiento de indicadores y la planificación de un Plan de Actuación integrado en los objetivos de la Delegación de Playas, con un análisis anual de la evolución de la huella hídrica.
La Concejalía responsable del litral también cuenta con la certificación "S" de Sostenibilidad Turística del ICTE desde marzo de 2023, que refleja el compromiso municipal con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y establece pautas para el uso eficiente de los recursos, buenas prácticas ambientales, la reducción de la huella de carbono y la garantía de la disponibilidad de agua en las playas, fomentando su uso adecuado y eficiente.