Por su parte, la imagen de Jesús del Gran Poder vistió una túnica blanca y lisa, mostrando su cruz sobre el hombro y mostrando una de sus manos para los fieles, en una imagen novedosa en su besamanos.
Hubo austeridad en cuanto al exorno flora, de forma que los claveles rojos predominaron en los besamanos de la iglesia Mayor y de la iglesia de la Sagrada Familia.
En el templo de la barriada Bazán se inició el besamanos a las 12 del mediodía con el rezo del ángelus y terminó con la celebración de la eucaristía a las 7 de la tarde, presidida por el director espiritual de la hermandad Pedro Velo González.
Las puertas de la iglesia Mayor se abrieron minutos después de las 8 de la mañana para el besamanos, culminando tras la misa de las 8 de la tarde. Las figuras de los servidores estuvieron acompañando a los titulares de ambas hermandades, que inician así el nuevo año con grandes proyectos para el futuro.