En los últimos meses se han venido realizando obras de mejora en la canalización de aguas pluviales en dicha calle, entre el Paseo del General Lobo y el túnel que pasa bajo la carretera CA-33, lo que ha obligado a levantar una parte de la vía y a la eliminación del carril bici que había sido terminado hacía pocos meses. Ahora se esta procediendo a terminar la reurbanización de la calle, y se supone que con la reposición del carril con el mismo diseño anterior.
Sin embargo el tramo de carril que discurría por esta calle, y que forma parte de la llamada Red de Carriles Bici, era uno de los que tenía más defectos de diseño, así como puntos conflictivos, según Izquierda Unida, que se une a otras denuncias de partidos políticos y entidades de todo tipo por la forma en que se ha llevado a cabo el proyecto y sobre todo por los resultados.
Concentración de errores
“Más si cabe que en otras partes de la ciudad, en esta calle se producía una especial concentración de errores de diseño y ejecución. Además el trazado afectó muy negativamente tanto a los peatones, pues se eliminaron varios tramos de acera, como a la circulación y al aparcamiento de vehículos”, dice Reyes.
Ademas de haber resultado “casi inútiles”, ante la dificultad de circular en bicicleta por muchos tramos, también han sido fuentes de conflictos y accidentes, siendo uno de los puntos más peligrosos la salida del tunel que conecta con la calle Campomanes bajo la CA-33.
Especialmente grave es la embocadura de la calle desde el Paseo del General Lobo, donde ni acera ni carril sirven para cumplir sus funciones”, según el concejal de izquierdas. “Por todo ello creemos que ahora, si se van a reponer los carriles, se debe aprovechar para revisar y corregir los errores anteriormente cometidos”, dice Pedro Reyes.