Casi la mitad de los algo más de 1.000 empleados de la Diputación es personal laboral con plaza. El ente inició ayer el proceso para la conversión en funcionarios "a través de los procedimientos y procesos selectivos que exige y establece la legalidad vigente”. Lo hizo con el acuerdo con todos los sindicatos con representación en la administración, a través del cual también se pretende desarrollar la carrera profesional de los empleados públicos.

El primero de los fines “ambiciosos, pero posibles” es, según explicaba el presidente, Francisco Reyes, la ‘funcionarización’ de los empleados. El 45% de los empleados son laborales y con este proceso “podrán acceder a la condición de funcionario a través de procesos selectivos”.

El segundo es permitir el desarrollo de la carrera profesional de todos los trabajadores y potenciar así la promoción interna.