El tiempo en: Vélez-Málaga
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Una quincena de niños del Centro de Día de la Zona Norte se hacen reposteros

Durante tres horas se sintieron como verdadederos artífices del oficio más dulce

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Uno a uno, todos los niños participaron del proceso creativo de cada dulce. -
  • Recibieron un curso en la Escuela de Hostelería como premio a un concurso gastronómico
  • Magdalenas, donuts y pastas de té fueron sus creaciones que más tarde merendaron
Una quincena de niños procedentes del Centro de Día de la Zona Norte con edades comprendidas entre los cinco y los diez años recibieron ayer un curso de repostería que les hizo sentir durante más de tres horas como verdaderos artífices del arte más dulce en la Escuela de Hostelería de Jerez.
Vestidos para la ocasión, y tras recibir unas lecciones de consejos básicos de higiene profesional y gastronomía por verdaderos expertos culinarios de la Escuela de Hostelería, los chavales de la zona norte se pusieron manos a la obra para elaborar un menú especialmente creado para ellos a base de magdalenas, donuts, rosquillas y pastas de té.
Lo mejor del proceso creativo, como ellos mismos comentaban, fue la espectación final que se había creado puesto que tras el duro trabajo realizado durante toda la tarde llegó la fiesta y los allí presentes contaron con una merienda muy especial a base de los dulces que ellos mismos habían elaborado.
Asimismo, los profesores de la Escuela de Hostelería afirmaban que este grupo de niños tenía muy buenas cualidades culinarias, y prueba de ello es que la participación ayer en este taller de repostería era el premio ganado el año pasado en un concurso gastronómico que organizó el Ayuntamiento para niños en su programación de primavera.
En aquel entonces, el grupo ganador estaba dividido en dos grupos: los más pequeños presentaron a concurso un tren de gominolas y los mayores hicieron las delicias del jurado con unas trufas a base de chocolate blanco.
Tras acabar de merendar, muchos de ellos afirmaban sin dudar: ¡Mamá, quiero ser repostero!.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN