El escritor Arturo Pérez-Reverte considera que en los resultados de las últimas elecciones de este domingo "se ha notado cambio, que no todos éramos borregos, y eso siempre consuela un poco". Además, ha valorado que "al ser tanto, les costará ponerse de acuerdo para robar".
No obstante, ha sostenido que hayan vuelto a ser votados "casi igual" que antes "políticos superimputados", demuestra la "baja calidad moral en la que los españoles estamos viviendo", ha dicho.
En una rueda de prensa en la que ha presentado ante los medios en el Palacio de Congresos de Cádiz su novela 'Hombres buenos', y al ser preguntado por la situación política actual, Pérez-Reverte ha expuesto que la democracia debe ser entendida "como un organismo vivo y real, no como un mecanismo en el que estás emboscado para trincar".
Se ha referido a la serie de ficción danesa Borgen, donde se aprecia una democracia como mecanismo en el que "la dignidad y decencia son filtros imprescindibles, donde un político que ha tenido un desliz por pequeño que sea no es que lo hagan dimitir, es que él dimite automáticamente por dignidad personal".
Al hilo, ha comparado esa situación, "que en Dinamarca es usual", con la de España, donde "se han encontrado en las listas sinvergüenzas, supergolfos conocidos y notorios en un montón de sitios con juicios, hechos probados y robos flagrantes hechos públicos, y los han votado otra vez". "Eso demuestra que a veces tenemos lo que nos merecemos, la basura que nos gusta tener porque sale de nosotros mismos", apostilla.
"ES MEJOR ESTO"
"No es que esto --en referencia a los resultados de las recientes elecciones autonómicas y municipales-- me haya vuelto optimista, pero es mejor esto que a los regímenes inmutables de 30 años, que un régimen de 30 años termina generando bajo las alfombras una cantidad de basura enorme".
Recalca que el visionado de la serie Borgen "debería ser obligatorio para los políticos", al tiempo que resalta la "enorme potencia educativa" de la televisión, donde se han refugiado "los grandes mecanismos narrativos". En este punto, Pérez-Reverte ha reconocido que si fuera un escritor joven actualmente "no escribiría novelas", sino que lo haría "para series de televisión y videojuegos".
Aboga por utilizar esas plataformas "como base de cultura, de formación", en una empresa que supone "un desafío enorme". "Me sorprende que mientras otros países como Dinamarca, Inglaterra y EEUU utilizan la televisión como elemento narrativo de gran calidad, en España, con la necesidad que tenemos de educar a un pueblo maleducado por culpa de quienes nos gobernaron, no se esté utilizando en una política educativa las series de televisión".
En este sentido, lamenta "que no haya un esfuerzo mayor", y apuesta por que TVE "se vuelque en ese tipo de cosas". Al escritor le "sorprende y entristece" que en España "se vaya más a la audiencia fácil que a formar pueblos lúcidos, críticos, buenos lectores, porque una buena serie es un mecanismo extraordinario de educación".
A su juicio, en España "hay magníficos guionistas, pero la producción no está a la altura, que es lo que ocurrió con Alatriste, por ejemplo". Reseña la "necesidad" de que haya "series que, aparte de entretener, te eduquen, con criterios morales y éticos". A él Borgen lo ha "reconciliado" con la democracia, "y te das cuenta de que ésta --en referencia a la española-- no es una verdadera democracia".
LA RAE ES "NOTARIO DE LA LENGUA"
Pérez-Reverte ha defendido también el papel que juega la Real Academia de Española (RAE) de la lengua, que es "notario de la lengua, de lo que hablan 500 millones de hispanohablantes", gracias a un trabajo "muy duro, dificilísimo y complicado" para que "cualquiera que lea una frase en español pueda entenderla leyendo el diccionario".
Incide en que la RAE hace "una radiografía periódica del español", pero "no dice esto es bueno o es malo" y "no puede prohibir que digan gitano como sinónimo de engañar. La RAE es notario de la lengua, nada más".
Así, critica "la gente que quiere hacerse visible con pancartas, cuatro gatos que para justificar su existencia y la subvención de turno quieren montar el escándalo para hacerse notar, y medios que les hacen coro estúpidamente a estupideces que debíamos ignorar, porque son absurdas". "La Academia no premia ni castiga, no sanciona, no persigue. Levanta acta, eso es todo", ha afirmado.
'HOMBRES BUENOS'
El escritor ha señalado que su obra 'Hombres buenos' tiene "una lectura paralela que habla de hoy", y que "vale para entender el presente", ya que "buena parte de los argumentos" de la época en la que se desarrolla la novela, finales del siglo XVIII, "valen todavía". "Son fórmulas de diálogo, razón, cultura que proyectadas al presente valen como mecanismo para que los hombres buenos se entiendan entre ellos", manifiesta.
Reconoce que "sin buscarlo", la novela "tienen un plano actual muy intenso", y que en ella hace "una reflexión optimista", porque aunque él es "pesimista sobre la condición humana y sobre España", tuvo que ponerse en la piel de "dos hombres buenos" y se ha sentido "mejor". "Ha sido como una terapia personal, me ha hecho sentirme más optimista, ha sido una especie de analgésico personal muy útil", precisa.
Pérez-Reverte explica que en "tiempos de falsos profetas y de lobos disfrazados con piel de cordero" como los que se viven, "únicamente la cultura permite salvarse", y que aunque no cree "en la salvación colectiva, porque Europa o Occidente se ha ido al diablo, siempre quedan combates de retaguardia, últimas trincheras donde resguardarse". "La gente tiene mecanismos de salvación. Ya no nos vamos a salvar, pero sí ayuda a consolarnos", apunta.
Por último, ha comentado que "en estos momentos" el "hombre bueno" de la sociedad es "el maestro" cuando intenta que de su docencia salgan alumnos "críticos, lúcidos, sabios".
