Podemos se ha enredado en el laberinto de sus propias listas en Andalucía a poco más de un mes del 20D. Cuando parecía que por fin lograba poner nombres y apellidos a todas las candidaturas provinciales, los movimientos de entrada, y sobre todo de salida, de los dos últimos días han abierto de par en par una crisis interna en el partido. Y todo ello con el reloj jugando en contra.
El primer capítulo lo escribía a última hora del domingo Javier Pérez Royo, flamante fichaje como número 3 por Sevilla hace apenas una semana pero que finalmente ha decidido bajarse del proyecto en marcha alegando “motivos personales”. Pablo Iglesias se limitó ayer a aceptar que el exrector de la Hispalense opte por “jugar” un papel diferente al de candidato y confió en que siga ligado al partido. Como trasfondo, las dudas que habían rodeado al fichaje de alguien tan ligado al PSOE.
Para añadir más morbo político, le sustituye en la lista Juan Carlos Rejón, excoordinador general de IU en Andalucía y, paradojas, protagonista de un enfrentamiento ideológico con Pérez Royo en el seno del PCE en los 80. El PSOE ironizó ayer con una “pinza” de Podemos y el PP, en alusión a la convulsa legislatura 1994-96 en la que la IU de Rejón y los populares acorralaron a Chaves.
La guinda la ponen la rebelión interna -Teresa Rodríguez incluida- contra la designación de la cabeza de lista en Córdoba, en contra del resultado de las primarias, y la renuncia ayer de Diego Cañamero, “decepcionado”, y Sánchez Gordillo.
