Sal ahí fuera y cambia el futuro. Esa premisa principal es la que sobrevuela a uno de los títulos más importantes desde la llegada de la nueva generación. Exploración, evolución o acción son algunos de los ingredientes que podemos encontrar en un juego muy cuidado y preciosista, donde el conjunto hace que este producto se convierta en un ‘must have’ para los que ya saben a lo que se enfrentan o un comienzo sublime para el que lo ‘cate’ por primera vez.
Un sistema de juego muy bien implementado, una banda sonora fabulosa y unos gráficos que, aunque no son su punto fuerte en su conjunto cumplen de sobra y dejan detalles sublimes en muchos momentos, hacen de Fallout 4 un valor seguro en el que tendrás horas y diversión a raudales. No es para pensárselo, sal ahí fuera, cruza hacia la tienda y conquista el Yermo, el apocalipsis más bello de Bethesda.
¿Te gusta lo que lees? Aquí en Andalucía Información te detallamos todos y cada unos de los aspectos más importantes de este fascinante titulo que crece a partir de una base más que sólida. Y es que los chicos de Bethesda Games, con innumerables títulos de gran calado en sus vitrinas, han sabido evolucionar la saga Fallout a la llegada de la next-gen. Una IP básica para cualquier jugón que trata de recopilar y potenciar los aspectos que han hecho fuerte a este título.
Lo complejo y lo sencillo de lo nuclear...
Fallout 4 es un título complejo y sencillo a partes iguales. Por un lado, el comienzo te pone en escena y te da las notas predominantes de los primeros compases del juego, pudiendo comprobar el mundo antes de la destrucción masiva. Será en ese momento cuando podamos configurar nuestro personaje con las muchas opciones físicas y de personalidad que nos da el editor. El conocido sistema S.P.E.C.I.A.L. es cuando toma importancia y hay que pensarlo dos veces antes de suministrar los puntos, ya que parece importante para el devenir del juego. También podrás elegir entre un personaje masculino y femenino, siendo muy completas las opciones físicas para ambos.
Tras ello, que nos llevara un buen tiempo, el juego arranca presentando los acontecimientos y mostrando las primeras dinámicas, como los diálogos. Un árbol de expresión que se dividirá entre los diferentes botones y que tratará de mostrar todo tipo de reacciones ante nuestro interlocutor. Un sistema que nos ha parecido acertado e intuitivo, marca de la casa de los chicos de Bethesda Games y que tanto ha gustado en sus predecesores.
Tu cara me suena…
Mucho ha llovido desde ese Fallout 3 y New Vegas pero en los primeros compases del juego recuperas esas viejas sensaciones que los más jugones quieren revivir siempre con un título así. El Refugio 111 se hace como de la familia y nada te parecerá extraño. Una jugabilidad refinada y que cumple muy bien con su cometido. Los movimientos se dan de forma suave y los modelados de los protagonistas y seres humanos mejoran conforme pasan los minutos.
Sin duda, Bethesda ha sabido evolucionar una de sus joyas pero manteniendo ese sabor de antaño de la anterior next-gen. Quizás los más nuevos del Yermo puedan tildar de bajón grafico lo que ven pero si se analiza en su contexto más general, Fallout 4 presenta un acabado muy notable, no tiene la brutalidad gráfica de otros títulos, pero si se conjuga con toda la obra los de Bethesda, responde a los mandamientos de los más puristas.
Una buena resolución y estabilidad en cuanto a la tasa de frame hacen que el juego se mantenga sólido a lo largo de esta grandiosa aventura. Aunque no es menos cierto que algunos modelados se han podido mejorar en ciertos aspectos, la experiencia sigue siendo plenamente satisfactoria y parece un detalle menor que no puede empañar la complejidad del universo Fallout.
Y es que ese apartado gráfico también sobresale por el mapa tan extenso y detallado que nos encontraremos a lo largo y ancho del Yermo y Massachusetts, lugar donde se desarrolla la acción con un ciclo día/noche muy interesante, que deja algunas estampas muy preciosistas, aunque la verdadera fuerza radica en ese cambio climático que notamos en ciertas zonas y que darán la sensación de enfrentarse a lo envenenado de ese nuevo mundo.
Una acción y personalización mejorada…
Y sí es un juego con una acción muy mejorada. Existe un gameplay que te da a elegir entre el mítico VATS o si bien decides apretar de manera fácil el gatillo. Las armas se encuentran realmente bien balanceadas y la sensación de la importancia de escoger entre una u otra es importante. Una evolución más que reseñable, ya que da muchas opciones a lo largo de nuestra historia y también puede suponer el fracaso o victoria en zonas más avanzadas en la trama.
La primera persona o el uso del VATS darán tintes más tácticos si cabe a los combates y misiones, ya que parar el tiempo contra frenetismo y adrenalina en primera persona serán el dilema constante con cada enemigo. Todo ello dependerá de tu forma de entender los juegos y tu experiencia en Fallout 4, aunque sí podemos asegurar que no desmerecerán tu experiencia.
Tampoco hay que dejar a un lado el enorme abanico de opciones que da la personalización de las armas. En ese sentido, Bethesda ha querido acelerar y lo ha conseguido porque existen muchas y muy diversas opciones de configurar tu arma favorita. Un arsenal que se creará y gestionará con la múltiple chatarra que te encuentras y que puedes ir distribuyendo en función de tu andadura por las solitarias lomas del Yermo. Toda esa basura que ves en el ‘Pip-boy’ no la tires, seguro que aporta su granito de arena en la mesa de creación de cualquier taller abandonado.
Y al hilo de todo ello, también hay que hacer una mención para la creación y modificación de otros elementos que elevan al juego a una categoría superior y que hará las delicias de los amantes de los ‘mods’. Muebles, estructuras, techos y un sinfín de elementos que harán que puedas a llegar a crear hasta tu propio asentamiento. Palabras mayores y que se verán recompensadas con las innumerables horas que le puedes pegar al título.
Haz tu camino…
Llegamos al punto más fuerte de este Fallout 4. Tú haces tu propia historia. Nadie más, sólo tú. El juego de Bethesda Games siempre se ha marcado por apostar mucho por una narrativa ‘flexible’. Nada de un guión encorsetado, que unida a la libertad del mapeado hacen que sientas esa libertad en todo momento. No es un punto A-B y a otra cosa. Es un comienzo en un punto con muchísimas variaciones en un camino que puede llegar a casi dejarte a un lado tu misión original. La libertad de campar a tus anchas por el Yermo haciendo lo que quieras. Incluso si quieres perder el tiempo por un mundo post-nuclear que hace que quieras mirar en cada cajón, cofre o gasolineras que te topes con el peligro a cada momento de que los necrófagos, mutantes, saqueadores y un sinfín de bichejos te pueden hacer la vida imposible.
Las primeras horas de este Fallout 4 se hace un auténtico desafío y completar las misiones no será cosa fácil. No actúan en el modo más clásico de tutorial y en cuanto pongas un pie fuera del Refugio 111 ya notarás el peligro a cada paso o loma que ganes. Hay que hacerse fuerte también en lo mental, ya que los comienzo son difíciles y en este juego lo vas a notar. A fin de cuentas tienes que ser un superviviente.
Si lo consigues, encontrarás muchísimas historias que harán que tu experiencia vaya ganando en riqueza. Pasarás fácilmente a triplicar las horas que puedes estar sentado delante de su sistema de entretenimiento. Así son Fallout y Bethesda, no tratan de decirte cómo debes jugar. Te dan buenas historias y tú serás el creador de tu historia y sus momentos. Un planteamiento que solo hace reforzar la sensación de libertad absoluta.
Un mundo radiactivo hermoso…
El absoluto amor de Bethesda por los detalles se traduce una vez más en un juego redondo. Ya pasó con el querido Skyrim y sus praderas, con lo que era de esperar que supieran plasmar de igual forma esa belleza en lo desolado tras una guerra atómica. Massachusetts transmite esa decadencia y caminar entre los escombros de lo que fue deja una sensación de inmersión que muy pocos juegos consiguen. Además contamos con la ventaja en este Fallout 4 de ver lo que pudo ser, la sociedad que dejamos atrás esa mañana antes de adentrarnos en el Refugio, con lo que la sensación de soledad incluso se multiplica en cada enclave nuevo que encontramos.
Fallout 4 abre una forma particular de contar su historia y encaja mucho con lo visto en capítulos anteriores de la saga. Por si fuera poco, la localización del juego está genial y el esfuerzo titánico en doblar las líneas y líneas de texto hacen que el juego tenga un plus para cualquier comprador. Un apartado sonoro que se hace muy fuerte con una banda sonora excelente y unos efectos de sonido sobresalientes que afinan al máximo este envoltorio perfecto con el que se recubre este Fallout 4.
En definitiva, Fallout 4 se convierte por méritos propios en un lanzamiento sobresaliente. Un título repleto de contenido y forma, que busca la inmersión del jugador y la interactividad como ningún otro título sabe hacer. Como ya se sabe, ‘la guerra nunca cambia’ pero Bethesda sí ha sabido mejorar su nueva obra.