A nuestra inclinación sobrenatural por los santos, las vírgenes y los circos romanos, ya sea de toros o de pelotas, se une últimamente la facilidad que poseemos, innata y descerebrada, para opinar alegremente sobre el presente y el futuro de Cataluña. ¡A mí, la Legión! O sea. Torra prosigue la hoja de ruta puigdemoníaca nombrando consellers huidos o en la cárcel. Podría, en la misma línea de simbolismo estéril, haber designado a algún que otro muerto. Maciá o Companys, para el caso que nos ocupa, habrían cubierto con el mismo decoro institucional/inconstitucional desde el más allá que Turull o Comin desde el más acá de su celda o exilio. La España constitucional –es decir PP, PSOE y Cs-, ante la flagrante provocación, decide prolongar el 155. Aunque puestos a sacar a los muertos de sus sepulturas, también el orden constitucional podría haber invocado a Cambó o Tarradellas y haberse quedado tan pancho. Rajoy, simultáneamente, abrochaba el voto del diputado canario que le aproxima a la aprobación de los PGE y, por ende, a su propósito de agotar la legislatura. Menudo es Rajoy cuando se obceca con algo. La clave de las cuentas públicas, en lo que nos concierne, vista desde Jaén, sigue estando en su grado de ejecución. Las obras de la futura A-32, un poner, continúan a paso de tortuga, por más que trasladarle tus dudas al respecto a un dirigente del PP provincial solo conduzca a que te acuse de falta de fe. La política española -donde, de un tiempo a esta parte, todo es cuestión de fe- está ya mucho más cercana a la Blanca Paloma que a Montesquieu. Por eso, cada nuevo proyecto de presupuestos, consejo de Báñez a Montoro en los albores de la anterior legislatura, tiene que adscribirse necesariamente a una advocación mariana. Y así todo.

El lío por el macro-torneo de pádel, sin ir más lejos. El World Padel Tour debiera haberse anunciado/versionado en Jaén con la encomienda a algún santo patrón o patrona y el sonado rechazo a tan extraordinario montaje en plena Plaza de Santa María se hubiera atemperado con total seguridad. La contestación ciudadana se produce por meterse en semejante berenjenal sin medir las consecuencias de la instalación de una estructura mastodóntica delante de un edificio histórico que aspiramos a ver declarado por la Unesco ‘Patrimonio Mundial’. Empiezas dejando a un periódico que monte en el sitio su pequeño show de entrega de premios y terminas elevando el graderío portátil de un torneo de pádel a la altura de las mismísimas narices de Fernando III “el Santo”. La cita con el pádel, hablando en plata, es un éxito indiscutible en términos turísticos, económicos y promocionales, por más que el emplazamiento no sea el apropiado. Pero es que Jaén, castigada en su autoestima por mil avatares políticos y empresariales, renace tantas veces de sus cenizas gracias precisamente al pan y el circo de sus gestas/glorias deportivas, encabezadas de un tiempo a esta parte casi siempre por el Jaén Fútbol Sala: el Paraíso Interior de un equipo que proclama a los cuatro vientos que en Jaén también se puede soñar, volvió a obrar el milagro en las Fuentezuelas la noche del viernes. No queda ahí la cosa. Ayer tarde se jugaba en el ‘Nuevo Estadio La Victoria’ el partido de ida de los cuartos de final de la fase de ascenso a la 2ª B. Quien consume la resurrección del RJ merecerá como mínimo, en justa correspondencia/recompensa,  a los precedentes me remito, presidir una cofradía con solera, hacer carrera en política  o acceder al rectorado de una universidad cercana. Será mérito, mayormente, en este caso, de Tomás Membrado, Andrés Rodríguez, y de la mano que, sin que se note demasiado, políticamente les mece.  

Jueves. ‘Todos a una por Linares’ sigue sorprendiendo por su capacidad de convocatoria. Las consignas coreadas arremeten, inmisericordes, contra Susana Díaz. El Plan Linares Futuro es papel mojado y solo cabe rediseñarlo a base de crudo realismo. Paco Reyes visitaba el miércoles las instalaciones de la relanzada Biodiésel Technology de Linares-Baeza. El enclave industrial de Linares-Baeza, con su puerto seco ya construido, la esperanza religiosa en la recuperación de su tráfico ferroviario de antaño -tan posible como improbable- y la estratégica proximidad a la autovía A-32, nos sitúan ante lo más parecido a un polo reciclado/low cost de reindustrialización para Linares. El intento de reactivación del parque de Santa Ana bajo la advocación de la Virgen de Linarejos fue un fiasco sonado, aunque nunca haya que perder la fe en que sea un milagro lo que saque definitivamente del hoyo a Linares.

La devoción chovinista por los estandartes, ya sean de santos o equipos de fútbol, lo resume todo en la sociedad actual. Dame pan y circo y, luego, si quieres, quédate conmigo.