Disarcos recuerda que la tarjeta no se puede transferir o prestar a familiares y amigos
La asociación de discapacitados Disarcos ha llamado la atención sobre las personas con movilidad reducida que no están usando correctamente sus tarjetas para aparcar el vehículo en una plaza de discapacitados. Así lo ha detectado el colectivo que dirige Juan Vega, quien hace especial hincapié en la incidencia que este problema está registrando en zonas como la plaza Modesto Gómez, el Barrio Bajo, o la calle Gomeles, amén de otros lugares del centro urbano.
Disarcos reclama al equipo de Gobierno, y por extensión a la Policía Local y a la Delegación de Tráfico, un mayor control sobre dichos aparcamientos para evitar estos casos que, paradójicamente, acaban por volverse contra las propias personas con discapacidad. En concreto, se ha observado cómo personas con minusvalías prestan sus tarjetas a familiares, amigos o conocidos para que aparquen sus vehículos de forma aparentemente legal y para que no sean apercibidos por la Policía o los agentes de Tráfico.
Vega recuerda que las tarjetas de discapacitados con exclusivas para ellas y que no son transferibles bajo ningún concepto. “Cuando se utiliza un plaza de discapacitado debe ir dentro del vehículo el discapacitado, y no el cachondeo que se está dando en varios lugares”, explica el presidente de Disarcos, quien no obstante, señala que hay personas concienciadas con este problema y lo ponen en conocimiento de la asociación y de las autoridades.
También recuerda que es ilegal un aparcamiento de discapacitados personalizado, como se han detectado varios en el centro urbano; es decir, plazas que incluso muestran la matrícula del vehículo beneficiario. Disarcos espera “mano dura” contra esta forma de actuar que finalmente va en detrimento de las personas con movilidad reducida.