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Arcos

El Sevilla C impone su físico ante un Arcos diezmado

El equipo arcense se desfonda y encaja dos goles en el último tercio del encuentro. Los visitantes acusan las bajas de Chato y Zúñiga, con Rosano en la grada

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  • Sevilla C - Arcos CF -

—SEVILLA C — Fernando, Luis, Abel, Juanlu, Rafa, Girón, Falcón (Manu Cordero, 73'), Jesús (Ranchero, 62'), Giráldez (Bugatto 77'), Raúl Navarro y Mena.       

                                                                              
—ARCOS CF— Ismael, Ángel, Casillas, Adri, Borja, Iván Guerrero, Rafi Cruz (Maqui, 46'), Zurdo, Pájaro (Juanmi, 60'), Juan Carlos (Ati, 77') y Heredia.
Goles: 1-0 Juanlu, 74'; 2-0 Abel, 87'.


Árbitro: Gómez Abad (Huelva).  


Incidencias: Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros de Sevilla, Campo de césped artificial. Unos 100 espectadores. Mañana desapacible con lluvia, viento y frío.           


El Arcos estropeó una excelente racha de cuatro jornadas sin perder -dos victorias en casa y dos empates fuera- en su desplazamiento a la 'fábrica' sevillista de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros, donde perdió por dos goles a cero, tantos encajados en el último tercio del encuentro. Los de Keko Rosano hicieron un buen trabajo defensivo durante las dos terceras partes del choque, pero se vieron superados por un rival bastante más dinámico y convencido de la victoria que los gaditanos, que solo tuvieron una ocasión a lo largo del encuentro, la de Juanca al final de la primera parte al plantarse en solitario ante Fernando, el portero sevillista, y al que no pudo batir al rebañarle el balón un defensa que vino en ayuda de su guardameta.


El Arcos afrontaba el encuentro con varias bajas (Zúñiga y Chato) y, junto a la precariedad del estado físico de varios jugadores arcenses con molestias, se presentó en el feudo sevillista con un equipo cogido con alfileres debido a diversas circunstancias adversas (Mateo con 39º de fiebre por un proceso vírico dejó su puesto a Ismael, Borja ocupaba el lateral izquierdo por ausencia del sancionado Chato, Iván Guerrero, mermado, Ati, tocado, Rafi Cruz con molestias y Maqui, descartado del titular al presentarse con retraso en la salida), con Keko Rosano dirigiendo el partido nuevamente desde la grada, sancionado con un encuentro por los incidentes de Lebrija, el alto precio que tuvo que pagar el técnico isleño, según el Comité de Competición, "por provocar la animosidad del público sin conseguir lo pretendido", de lo más surrealista que se haya dictaminado en bastante tiempo. Pese a todos los inconvenientes reseñados, el equipo se sentía fuerte defendiendo, confiaba en su fortaleza atrás, en el orden mostrado en sus dos recientes salidas y en poder cazar alguna pelota en cualquiera de los escasos acercamientos de los que gozó, el más llamativo el protagonizado por Juanca en el min. 22, en un mano a mano con el portero sevillista Fernando al que se prestó a batir a la salida del engaño, pero un defensa le rebañó el esférico y le privó de saborear las mieles del gol. Los pupilos de Chesco, a lo suyo: mucho físico y poca claridad a la hora de atacar la portería de Ismael, confiando en el desgaste de los arcenses en la segunda mitad y en meter una que decantara la balanza a su favor. Lo único destacable del filial en el primer período fue una falta lateral con muy mala intención ejecutada por el mismo jugador que marcó el segundo gol local, Abel, que Ismael desvió a córner con apuros, y un posible penalti de Borja a Giráldez por agarrón que el árbitro no consideró merecedor de castigo. Si lo pita, ninguno de los que vimos la jugada nos hubiésemos llevado las manos a la cabeza.


La segunda mitad fue otro cantar. A medida que las fuerzas disminuían en el Arcos por el esfuerzo de la primera parte aumentando los problemas físicos de los jugadores 'tocados' con el agravante del frío y la lluvia incesante, el equipo de Rosano fue cediendo terreno paulatinamente y cada vez le costaba más enlazar jugadas y conservar el balón en su poder para desbaratar la presión hispalense. Además, los de casa empezaron a castigar con insistencia y sin piedad el flanco izquierdo de la zaga arcense, a pesar de que Chesco sacó del campo en el min. 73 al jugador que más daño estaba haciendo por esa banda, Javi Falcón, pero la mejor condición física local y la rapidez de los jóvenes futbolistas del segundo filial del Sevilla FC machacaban una y otra vez las bandas arcenses, a las que sometían con superioridad de dos-contra-uno en casi todos los lanzamientos de esquina y faltas laterales. Así llegó el primero, en un córner mortífero al corazón del área que Juanlu cabeceó sin oposición al interior de la meta del Arcos. Parecía claro que iba a ser suficiente para acabar con la resistencia visitante ya que al conjunto serrano no le quedaban apenas argumentos para contrarrestar el golpe. Keko cambió a Juanmi -su último encuentro defendiendo la camiseta del Arcos- por un desdibujado Pájaro y a Ati por un exhausto Juanca y subió a Casillas a la punta de ataque una vez más, por si esa variante ofensiva volvía a dar tan buen resultado como en Guadalcacín y Lebrija, pero no hubo lugar. En el min. 87, el lateral izquierdo Abel, ¡ojo con este futbolista!, enchufaba una volea de ensueño desde la frontal del área que impactó en el poste derecho de la meta de Ismael antes de besar las redes arcenses, sentenciando el resultado del choque a favor de las promesas sevillistas. Un premio excesivo para lo visto en la carretera de Utrera, aunque pocos podrían dudar de la injusticia del triunfo local. El sábado 20 a las doce frente al Cádiz B del arcense Canty habrá que sacarse la espina.

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