La ciudad de
Cádiz ha vuelto a paralizarse durante esta segunda jornada de huelga laboral del sector del metal. Una huelga que los sindicatos califican de "
éxito rotundo" y en la que han participado más de
1.500 trabajadores afectados. La situación está lejos de solucionarse y todo apunta a que esta huelga pasará a ser indefinida el próximo
16 de noviembre.
A primera hora de este miércoles, la
Guardia Civil decidió cortar
el Puente de la Constitución, para facilitar la manifestación, y ha permanecido sin tráfico hasta las once de la mañana. Además, los piquetes han colocado
barricadas en la avenida de
Los Astilleros donde se han vivido momentos de verdadera tensión.
La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, ha acudido a esta concentración pata apoyar a los empleados afectados donde ha sido increpada por algunos manifestantes cuando atendía a los medios de comunicación.
"Nos parece que por más que esté la situación de deseempleo complicada, esta comarca siempre ha demostrado que es la primera por luchar por la dignidad. Acompañamos a los trabajadores para que no se pierda nada en la lucha por este convenio", apunta Rodríguez durante su intervención que fue interrumpida por los propios manifestantes.
Minutos previos al inicio de la marcha a pie, el
coordinador provincial de Izquierda Unida, Jorge Rodríguez, considera que es "una reivindicación justa y pedimos al
Gobierno de España que derogue la reforma laboral que está en proceso de negociación". Tras estas declaraciones, los trabajadores iniciaron un recorrido por la avenida con el objetivo de llegar hasta la sede de la patronal ubicada en la
plaza Campo de la Aviación. A pesar de contar con un recorrido programado, varios manifestantes improvisaron una ruta pillando desprevenidos a los agentes de la
Policía Nacional y Policía Local que acordonaban esta marcha.
Justo en ese instante se han comenzado a vivir
momentos de verdadera tensión entre manifestantes y agentes que intentaban reconducir la movilización. Las escenas vividas este miércoles muestran el poco entendimiento entre ambas partes, y la lejanía de encontrar una solución al conflicto. Aproximadamente, una hora han tardado los agentes en reconducir esta marcha improvisada que ha provocado
numerosas retenciones en avenidas principales de la capital.
El escenario que se presenta no favorece a ninguna de las dos partes. Desde
CCOO, el
secretario general de Industria, Juan Linares, asegura que la única posibilidad de evitar que esta huelga sea indefinida
está en manos de la patronal, si acepta las condiciones de los sindicatos. El representante sindical cree que esta marcha puede servir "para que la patronal tome nota y abra la mesa negociadora sin las condiciones que habían propuesto".
"Tendrán que buscar ideas, que llamar a la puerta para que dentro de esas posibilidades la huelga no sea posible. Eso sí, el escenario que tenemos encima de la mesa no favorece", avanza Linares que considera que la patronal está "
prostituyendo" el convenio del metal. El portavoz sindical no entiende que el presidente de
FEMCA afirme que el "el convenio es de clase media alta", y ha denunciado los continuos episodios de "esclavitud" que se viven en sectores como el naval o el aeronáutico.
Al llegar a la plaza Campo de la Aviación, los manifestantes han llevado a cabo más protestas frente a la sede de FEMCA, llegando a lanzar huevos contra el edificio como muestra de rechazo a este conflicto laboral. Entre cánticos e insultos, agentes de la Policía Nacional tuvieron que acordonar la zona para proteger las instalaciones de la patronal. Eso sí, no llegaron a producirse cargas policiales en ningún momento.
El
secretario general de UGT-FICA, Antonio Montoro, considera que la huelga ha sido éxito por la cantidad de trabajadores que han participado y
ha abierto la puerta a negociar de nuevo con la patronal. "La situación es crítica porque si estamos aquí es porque hay un problema. Ahora solo queda esperar la reacción de la patronal y esperemos no llegar al día 16 de noviembre", apunta el portavoz de UGT-FICA. Además, Montoro se ha mostrado dispuesto "a negociar los días, las tardes y las noches que hagan falta, porque entendemos que buscar un futuro para estos trabajadores".
"Lo que pedimos es no perder
poder adquisitivo ni ahora ni en los próximos años, por lo que la subida salarial debe estar vinculada al IPC”. Montoro señala que: “lo que queremos es negociar,
no queremos la huelga, pero no podemos perder derechos fundamentales en el nuevo convenio, y tampoco poder adquisitivo de las familias”. Por último, el representante de UGT-FICA considera que "
lo de ayer fue una victoria, lo de hoy otra victoria, y antes del 16 tendremos la victoria de un convenio digno o mantendremos, a partir de entonces, una huelga indefinida".
Por otro lado, UGT ha solicitado
comprensión a la ciudadanía a través de un comunicado, por las molestias que haya podido causar la manifestación, y los piquetes informativos en las calles de acceso a las diferentes industrias.
Postura de la patronal
Tal y como adelantaba este medio ayer, la patronal FEMCA se mantiene firme y propone abrir una nueva negociación si los sindicatos desconvocan esta huelga. El
secretario general de FEMCA, Pepe Muñoz, asegura que "si se desconvocara la huelga,
se comprometían a negociar a un ritmo intensivo con el ánimo de llegar a un acuerdo con lealtad y transparencia".
"Tenemos que sacar pecho y
presumir de Cádiz como un destino de inversión, y estos conflictos no ayudan", puntualiza desde FEMCA asegurando que en 2022 no habrá carga de trabajo en los astilleros gaditanos.
Así las cosas, las negociaciones se mantienen rotas y la huelga indefinida prevista para el 16 de noviembre será, si ambas partes no llegan a un acuerdo durante estos días, una realidad.