La erupción volcánica que ha provocado en solo dos meses daños por valor de
900 millones de euros y ha dejado en suspenso las vidas de 7.000 personas en el Valle de Aridane, en La Palma,
ha sacudido también el corazón de miles de españoles.
En Cádiz,
Sonia Moreno, se lleva la mano al suyo varias veces cuando explica que la recaudación del
próximo 30 de noviembre de su peluquería, en
calle de la Rosa, 16, irá destinada de manera íntegra a los damnificados.
“El martes, estaremos las seis miembros del equipo de mi establecimiento trabajando juntas, durante toda la jornada, de 9.30 a 19.00 horas, para realizar el
máximo de servicios”, explica.
El cliente
no pagará en caja como es habitual, sino que depositará el importe en una urna instalada expresamente para la recaudación de fondos. Sonia anima también a que, quien quiera participar con una
donación aunque no precise de unas mechas o un corte, lo haga.
“Se me ocurrió una noche, mientras veía la televisión”, explica. Ese mismo día,
había escuchado historias terribles de afectados que conoce un familiar que vive en Las Palmas de Gran Canaria. “
Decidí con mi marido hacer algo para tratar de ayudar en la medida de lo posible”, relata sin ocultar la emoción. Según el resultado, valorará la opción de alargar la campaña. Plantea, en cualquier caso, a otros comercios, especialmente a los más grandes y consolidados, que
promuevan iniciativas de este tipo ante una catástrofe en cámara lenta pero devastadora.
Pese a que el sector no atraviesa su mejor momento tras la pandemia, no es el único compromiso social de Sonia. En el almacen guarda
cinco kilos de cabello que enviará a la fundación
Vivir en Rosa para la elaboración de pelucas para los afectados de cáncer. Se trata, agrega, de que “granito a granito seamos capaces de hacer una montaña” que, a diferencia del volcán, derrame solidaridad.