El alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, reconoce que “tiene prisa” en llevar a cabo cuantas acciones sean necesarias “para asegurar la habitabilidad en nuestro territorio, la satisfacción de necesidades básicas y los derechos de la mayoría social” con el cambio de un “modelo energético como pilar de una transición ecológica sensata”, porque el actual es “ecocida, injusto y excluyente”. Pero, celebra, “no partimos de cero”. Partiendo de que “consideramos el acceso a la energía como derecho humano inalienable”, destaca la labor de la empresa municipal Eléctrica de Cádiz, herramienta fundamental para la transformación energética de la ciudad.
Al respecto, valora el compromiso con la certificación de compra de energía 100% renovable en 2017 y la idea de “poner la energía en manos de la gente”, con la creación de la línea de negocio de autoconsumo.
Asimismo, la empresa estudia posibles terrenos de producción de energías renovables “y están gestando dos proyectos muy interesantes de comunidades energéticas para el aprovechamiento de las mejores superficies”.
También desde el Ayuntamiento, señala el primer edil, “hemos aprobado unas ordenanzas fiscales que suponen un incentivo a la gente o a las empresas que las instalen a través de bonificaciones en el IBI o en el ICIO”.
Por otro lado, desde la Concejalía de Transición Energética, está en elaboración la planificación con el objetivo de reducir a la mitad las emisiones en diez años, agrega, y se han llevado a cabo talleres municipales de ahorro y eficiencia, el Plan de Movilidad Sostenible o formación interna a personal del Ayuntamiento.
Finalmente, el alcalde remarca que “hemos desarrollado planes de choque contra la pobreza energética, asegurando el acceso a una cantidad de energía suficiente para vivir a familias vulnerables.
“El reto es ingente”, admite, pero destaca que para ello se ha implicado a la Universidad de Cádiz, la Autoridad Portuaria, la Diputación, asociaciones y colectivos vecinales, empresas y partidos políticos.
