La nueva sociedad estatal asume todos los activos y funciones que, como operador de los juegos de carácter estatal, desarrollaba hasta ahora la entidad pública empresarial Loterías y Apuestas del Estado, según informaciones vertidas por el Gobierno.
Las funciones que esta misma entidad cumplía como regulador del mercado pasan a ser responsabilidad de la nueva Dirección General de Ordenación del Juego, también aprobada en la jornada de ayer, que quedará bajo responsabilidad de la Secretaría de Estado de Hacienda y Presupuestos del Ministerio de Economía y Hacienda.
Las exigencias del nuevo mercado del juego vienen tanto por las innovaciones tecnológicas de la sociedad de la comunicación, como por las modificaciones y el aumento de la competencia que la nueva Ley de Regulación del Juego, actualmente en trámite parlamentario, supondrá para el sector.
La conversión en sociedad estatal dotará a Loterías y Apuestas del Estado de una estructura empresarial mucho más ágil y una mayor capacidad de adaptación en el ámbito de las nuevas tecnologías.
Así, se verá reforzado su liderazgo como operador en un horizonte más competitivo y diverso en cuanto a la oferta de juegos presenciales o a través de Internet.
La constitución de la nueva sociedad abre el proceso de entrada de capital privado, en un porcentaje del 30 por ciento.