El Ayuntamiento de Cádiz ha sacado a licitación el Pliego de Condiciones para la adjudicatación del suministro, obras y servicios para la producción, ejecución y desarrollo de los actos que tendrán lugar en la Plaza de San Antonio durante el Carnaval de 2016. Es decir, para la instalación del tablao que se ubica en esta plaza y los suministros necesarios para el correcto desarrollo de las actividades que se lleven a cabo en el mismo. El presupuesto de licitación es idéntico al de este año y asciende, por tanto, a 150.000 euros con el IVA incluido. Por lo tanto, en este aspecto no se ha producido recorte alguno.
Se da la circunstancia de que el montante económico que se destina a estas actividades concentradas en la Plaza de San Antonio, es ligeramente superior al dinero que destina el Ayuntamiento para todas las cofradías de penitencia de la ciudad. Es decir, que el presupuesto que se destina a pagar las actividades que se desarrollan en un sólo punto de la ciudad durante el Carnaval (150.000 euros) se equiparan a la subvención que reciben las 28 cofradías de penitencia que forman la nómina de hermandades que procesionan durante la Semana Mayor gaditana (124.600 euros).
Por el momento, se desconoce si el Ayuntamiento va a recortar en las partidas relacionadas con el Carnaval, porque aún no se han sacado a licitación el resto de los contratos, en cambio, sí ha trascendido que el Equipo de Gobierno ha pedido un esfuerzo a las cofradías para recortar el gasto y para reducir los costes del montaje de palcos y sillas de la Carrera Oficial. A esto hay que añadir la suspensión del Ciclo Música en Cuaresma, como la propia concejala de Cultura apuntó.
Otros gastos del Carnaval de los que no se ha hablado son por ejemplo los derivados de la venta de entradas (30.260 euros), los de las vallas (26.600 euros), o la Cabalgata (136.000 euros), entre otros, y tomando como referencia los contratos de 2015.
Mientras tanto, las cofradías siguen sin saber cómo se efectuará la contratación del montaje de los palcos ya que se estaban buscando fórmulas para aminorar el coste, aunque a día de hoy, a ciencia cierta no se sabe quién lo costeará. Si el final es que lo tengan que coster ellas, las puede matar.