El accidente ocurrió a las 16.25 horas, cuando un tren de cercanías colisionó contra el tope de la vía, un muro de unos cinco metros de altura, con un fuerte impacto que dejó totalmente aplastado el frontal del primer vagón.
A las 20.30, cuatro horas después del accidente, los bomberos continuaban en el lugar del accidente intentado rescatar el cuerpo del maquinista, que quedó atrapado entre los hierros del tren.
Euskotren, sociedad dependiente del departamento de Transportes del Gobierno vasco, precisó que una de las personas heridas se encuentra muy grave, otra grave y la tercera, un joven de 28 años, con heridas de carácter leve.
Así, la herida más grave es una mujer de 57 años que se encuentra ingresada en la Unidad de Anestesia y Reanimación del Hospital de Cruces, en Barakaldo (Vizcaya).
Este hospital no precisó el tipo de lesiones de esta mujer, pero anunció que hoy hará público un parte médico sobre el estado de salud de la paciente.
Dos mujeres que residen en un caserío situado a unas decenas de metros de la estación relataron a Efe que hacia las cuatro y media de la tarde, mientras se encontraban en el salón, escucharon un ruido muy fuerte y al bajar a la estación se encontraron a dos mujeres heridas.
Al lugar del accidente acudieron varias dotaciones de los bomberos de la Diputación de Vizcaya, servicios sanitarios y unidades de la Ertzaintza, que acordonó los principales accesos al lugar.
Numerosas personas se agolparon en el cordón policial, que fue habilitado en un perímetro de unos 60 metros respecto al lugar del accidente.
Un vecino de Lezama valoró en declaraciones a Efe que en la curva anterior a la estación “habitualmente el tren circula a menos de 40 kilómetros por hora, así que, por el estado en el que ha quedado el vagón, debía de ir mucho más rápido”.
La unidad siniestrada cubría la línea de Euskotren que une el barrio de Deusto, en Bilbao, con Lezama, una localidad de algo más de dos mil habitantes situada a una veintena de kilómetros de la capital vizcaína.
Como consecuencia del accidente, la línea ferroviaria fue cortada entre las localidades de Sondika y Lezama, por lo que Euskotren tuvo que disponer un servicio de transbordo en autobús en este tramo.