Agentes de la Policía Nacional han detenido a diez personas acusadas de tenencia y distribución en Internet de material pedófilo de extrema dureza. Una de las detenciones se ha llevado a cabo en el Campo de Gibraltar, según indican fuentes policiales.
Durante la operación se han practicado doce registros domiciliarios por toda la geografía española, en los que se han intervenido dispositivos electrónicos que almacenaban más de 30.000 archivos de contenido pornográfico protagonizados por menores de edad, algunos de ellos de muy corta edad.
Las investigaciones comenzaron a lo largo del año 2019, llevándose a cabo las detenciones en las provincias de Alicante, Barcelona, Cádiz, Castellón, Guipúzcoa, Madrid, Málaga y Soria. En el caso de la provincia gaditana, esta detención se produjo en una localidad campogibraltareña.
Las primeras detenciones se llevaron a cabo en julio de ese mismo año, pero debido a la complejidad presentada por algunos de los investigados, el operativo se prolongó hasta el pasado mes de febrero, cuando se realizó la última de las diez detenciones.
Entre los arrestados un hombre de 48 años, que residía con sus padres en su domicilio familiar de la provincia de Barcelona, fue detenido justo cuando se encontraba descargando y compartiendo con otros usuarios archivos de explotación sexual infantil. Se le intervinieron más de 20.000 archivos de esta naturaleza, perfectamente organizados, clasificados y almacenados en numerosos equipos informáticos.
En la provincia de Castellón se llevó a cabo la detención de un varón de 53 años que, desde que se inició la investigación hasta su cierre en febrero de 2022, había realizado la descarga y distribución de miles de archivos de explotación sexual infantil a través de redes P2P. Tras identificar al titular de la conexión desde la que se distribuían estos archivos se realizó una primera entrada y registro, donde se comprobó que esta conexión a Internet estaba siendo vulnerada.
Tras dos años de trabajo se logró identificar al autor de esta vulneración, por lo que se procedió al registro de su domicilio. Los investigadores intervinieron las antenas y los diversos amplificadores de red
WiFi que empleaba, así como el
software necesario y los manuales que permitieron al detenido vulnerar decenas de conexiones en los últimos años para compartir y descargar cientos de archivos de explotación sexual infantil.
Durante toda la operación, los agentes han intervenido a los detenidos un total de siete ordenadores, cuatro teléfonos móviles, 22 discos duros, una tableta, siete tarjetas de memoria, 25
pendrives, 12 DVD/CD-ROM, un extensor y tres antenas receptoras de
WiFi, así como diversa documentación escrita.