El naufragio del pesquero "Nueva Pepita Aurora", en el que murieron ocho marineros, llegará a juicio el próximo 5 de octubre, ocho años después de que ocurriera una tragedia por la que el fiscal pedirá una condena de cuatro años de cárcel para el patrón del barco.
La vista oral se celebrará los días 5, 6, 7 y 8 de octubre en el juzgado de los penal número 2 de Algeciras (Cádiz), según han informado abogados personados en la causa.
El único que se sentará en el banquillo de los acusados será José Vega, propietario y patrón del "Nueva Pepita Aurora", que naufragó en las costas de Barbate (Cádiz) el 5 de septiembre de 2007 cuando regresaba de faenar en Marruecos.
En su escrito de conclusiones el fiscal le acusa de un delito contra la seguridad de los trabajadores, ocho delitos de homicidio imprudente y siete delitos de lesiones imprudentes y pide para él, además de cuatro años de cárcel, inhabilitación para ejercer cualquier labor de pesca y que indemnice a los herederos de los marineros fallecidos con la cantidad de 150.000 euros a cada uno y a los lesionados con 35.000 euros a cada uno.
En ese escrito el fiscal señala que "no es de extrañar" que el accidente ocurriera y tuviera tales consecuencias dada la conducta "sumamente irresponsable" del patrón del pesquero.
El naufragio sucedió, según el fiscal, porque el pesquero no pudo hacer frente al temporal, debido, entre otras cosas, a que llevaba cuatro veces más el peso máximo de las redes que le correspondía y el 70% de las falucheras estaban cegadas.
Las viudas de los fallecidos (los cuerpos de tres de ellos nunca fueron recuperados) formaran parte de la acusación del juicio, al igual que los supervivientes, muchos de los cuales tienen la invalidez a consecuencia de las secuelas del accidente.
Ramón Dávila, representante de algunas de las viudas, ha mostrado a Efe su "satisfacción" por que el caso llegue a juicio y puedan depurarse responsabilidades. "Ha tardado demasiado tiempo", ha apuntado.
El portavoz de IU de Barbate y letrado de la acusación popular, Luis García Perulles, ha señalado en un comunicado que espera que el juicio sirva para "aclarar las circunstancias que se dieron aquel fatídico día, y especialmente, para esclarecer cuáles eran las protecciones y garantías que los trabajadores del mar llevaban en aquella embarcación" para "exigir responsabilidades a aquellos que no hubieran puesto los medios suficientes para evitar ese drama".
"Este juicio no lo ganará nadie pase lo que pase", pues "la pérdida de ocho vidas y el destrozo de otras tantas no puede significar que nos podamos conformar algún día con que se condene al armador", ha añadido para apostar porque al menos sirva para que "tales hechos no vuelvan a repetirse y no tengamos que volver a llorar otras tragedias como ésta porque no se respeten las normas de seguridad y salud en el trabajo".
García Perullés ha recordado que "quizás hubo que haber buscado otros culpables en el diseño de la embarcación o en la forma que ésta fue entregada al armador", algo que "los tribunales no han querido admitir" porque lo que está demostrado es que el armador hizo a posteriori modificaciones en la estructura de la embarcación "que pudieron haber puesto en peligro la vida de los embarcados".
