Iker Casillas, capitán de la selección española, reconoció que le "duele que mucha gente del Real Madrid no valore a Del Bosque" y recordó que el actual seleccionador español dio más de treinta años de su carrera al club madridista.
"Vicente es muy buen tío, lo que ha conseguido para el Real Madrid y la selección es increíble. Me duele que mucha gente del Madrid no valore lo que es, después de más de treinta años en el club", dijo en el programa 'En tu casa o en la mía' que presenta Bertín Osborne en TVE.
Casillas recordó la etapa con el portugués José Mourinho y una relación que se deterioró. "Siempre que el club llega un entrenador nuevo me parece fenomenal. No era el capitán en aquel momento, era Raúl. La relación siempre fue buena en el inicio, venía de eliminar al Barcelona en semifinales de Champions. Era el antídoto. Conseguimos el plus de empezar a competir con los grandes en Europa".
"El primer año cuando salía a una rueda de prensa y defendía al Real Madrid lo hacía perfectamente bien. Alguien tenia que asumir ese rol y él daba la cara cuando nos sentíamos perjudicados", añadió.
Iker desveló que todo dio un giro cuando intentó calmar la situación tensa que se desató en la selección española por los duros enfrentamientos de los jugadores internacionales en los Clásicos.
"Nuestra relación empezó a cambiar en la segunda temporada, el Barcelona empieza fuerte y suceden cosas en la Supercopa de España, lo de Tito Vilanova. Cada uno opina lo que quiera, yo tengo un club al que me debo pero también tengo una selección a la que me debo. Llegaron momentos en los que había mucha fricción entre los del Madrid y los del Barça. Fue un año difícil pero la relación siguió siendo buena. Hablábamos cuando había problemas".
"Todo cambia a raíz de que el equipo no va bien en la 2012-13 y cuando las cosas van mal en seguida se dice que eres no se qué. A lo mejor no le sentó bien que hablase con alguien del Barcelona para rebajar la tensión de la selección. Hablé con Xavi y Puyol, no fueron palabras de perdón, le dije que así nos íbamos a cargar el fútbol español y que había que suavizarlo", agregó.
Recordando su carrera, Casillas recordó la tanda de penaltis ante Italia de cuartos de final de la Eurocopa 2008 como el momento que cambió la historia del fútbol español.
"El momento son los penaltis ante Italia. Estábamos convencidos muchos de que ese día cambió todo y eres campeón del mundo y de Europa dos veces por él. Sin esos penaltis estas fuera, es una desilusión otra vez", recordó.
"Cuando llegamos a la Eurocopa los que llevamos más tiempo pensábamos que había jugadores muy nuevos que nunca habían venido. Era una selección con diez jugadores que no venían con asiduidad. Pensábamos que a las primeras de cambio nos tiraban. Fuimos pasando y tras pasar Italia, la ronda de sufrimiento, éramos campeones de Europa. Con Rusia hicimos el mejor partido en semifinales. Sabíamos perfectamente que íbamos a ganar la Eurocopa aunque los quince primeros minutos de la final fueron desastrosos hasta un remate al palo de Fernando Torres", afirmó.
También dedicó elogios a Luis Aragonés y los seleccionadores que dieron forma al grupo. "Luis fue clave. No hay que olvidar los anteriores selecciones que apostaron por jugadores como Iñaki Saez o Camacho, y los seleccionadores de las categorías inferiores como Juan Santiesteban o Ginés".
"Su perdida fue un palo, habíamos tenido una relación muy cercana. En 2006 decide no convocar más a Raúl, yo era segundo capitán y creía que no estaba preparado para ser capitán. No es solo llevar el brazalete, hay que tomar decisiones en las que siempre vas a estar en el punto de mira para bien y para mal. Siempre te van a criticar unos u otros".
"Me dijo que no estaba preparado pero me daba un tiempo para demostrarlo. Le dije que podía hacerlo porque había tenido buenos maestros. Desde ahí nuestra relación cambió, me llamaba mucho y me preguntaba por los jugadores. Fue una etapa difícil de palos continuos, luego ganamos la Eurocopa pero recuerdo las pitadas de Murcia, Oviedo y Cádiz. Con Luis fue excesivo".
Y acabó recordando su parada decisiva para ganar el Mundial 2010 a Arjen Robben en la final ante Holanda. "Se me pasaron mil cosas por la cabeza. Decidí aguantar a que viniese, le conocía del Real Madrid y sabía que era rápido, que te regateaba y me fui a la izquierda pensando que me regateaba a ese lado. Aguanté hasta el final y saqué el pie cuando vi que la pegaba. Sabía que la pelota no entraba. Todo te pasa en dos segundos por la cabeza. Todo se para y dices menos mal".