El tiempo en: Vélez-Málaga
Sábado 27/04/2024  

El cementerio de los ingleses

La mano del ahogado

En una visita a Ferrol, el líder del PP a la sombra de Ayuso afirmó que estaría dispuesto a indultar a Puigdemont

Recuerdo esta expresión de las retransmisiones deportivas cuando era niño. Sí, puede que no lo recuerdes si eres muy joven, pero hubo un tiempo en que el fútbol se retransmitía en abierto por las televisiones autonómicas. En concreto, la mano del ahogado fue como se refirió un comentarista (quiero recordar que Manolo Ladrón de Guevara, pero no estoy seguro) a la manera en que un guardameta detuvo un penalti. Al lanzarse hacia un lado e ir el balón hacia el centro, dejó una mano atrás y... voilá, logró desviar el esférico con la punta de los dedos. Eso de la mano del ahogado me sonó tan poético que se me quedó grabado en la mente para referirme a acciones desesperadas cuando ya parece no haber otra solución. Pero hoy no vengo a hablarte de esa expresión. Ni siquiera de fútbol.

Esta semana, en el marco de las elecciones gallegas, Feijóo ha vuelto a su tierra para apoyar la campaña del actual presidente autonómico y candidato del PP, Alfonso Rueda. En una visita a Ferrol, el líder del PP a la sombra de Ayuso afirmó que estaría dispuesto a indultar a Puigdemont si se dieran unas condiciones concretas. Tras el revuelo que ellos mismos han montado con lo de la amnistía, tras discursos patrioteros (que no patriotas) sobre humillaciones y traiciones, más propio de VOX que de los de Génova, Feijóo suelta esta bomba que luego tuvo que matizar diciendo que las condiciones no se cumplen; y es que debe ser una posición complicada tener que hacer guiños a unas fuerzas políticas sin cabrear al mismo electorado al que has enardecido. También, debe ser lo que tiene ir a apoyar una campaña autonómica pensando en clave nacional y buscar con ello la cuadratura del círculo. El hecho de que se hayan conocido las reuniones con Junts y los intentos de entendimiento con ERC tampoco ayudan a que su posición sea más cómoda. Así las cosas, hasta han recurrido a Díaz Ayuso para tratar de reforzar al candidato que puede perder la tradicional mayoría absoluta del PP en tierras gallegas.

Sin embargo, Díaz Ayuso tampoco está para tirar cohetes en cuanto a la tesitura que se ha presentado en los últimos días y a la estrategia comunicativa para tratar de salir del paso. Las actas de las residencias madrileñas y las aterradoras luces que arrojan sobre su gestión durante la pandemia la dejan en una posición que en otro lugar conduciría a la dimisión y al banquillo de los acusados. Su intervención diciendo que los ancianos derivados al hospital también morían, poco menos que justificando la omisión de asistencia en que se iban a morir igual, no deja muy claro si es que se ha visto muy atrapada por los datos o si se le apagó el pinganillo en el momento más inoportuno. Primero, porque podría haber recurrido a la manida excusa de la falta de recursos y la necesidad de establecer prioridades, aunque probablemente la hemeroteca sacando pecho por el Zendal habría sido el siguiente golpe dialéctico a encajar por la presidenta madrileña. Segundo, porque dichas palabras resultan de una desmesurada falta de humanidad, obviando que no es lo mismo morir con cuidados paliativos que morir asfixiado, agarrado a un cabecero y sin una mirada ni un gesto de consuelo: murieron de forma indigna, sufriendo y en la soledad más absoluta y cruel.

En definitiva, tanto Feijóo como Ayuso han visto cómo las informaciones aparecidas en los últimos días les han dejado en la posición de un portero ante el lanzamiento de un penalti y tratan de despejar el balón con esta mano del ahogado a la que me refería al principio. Sin embargo, no estoy seguro de que eso pueda salir bien a tenor del partido en el que me encontré con esa expresión. La parada del portero trajo consigo un córner del que salió una jugada de gol. Y Galicia ya está poniendo el balón en la esquina...


   
aaa

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN