Unos guerreros que dan batalla en su estreno en el Falla y así lo recuerdan con los nervios lógicos del momento, que lo afirman en su pasodoble de presentación. Quedaron prendados de la fiesta y como tal lo afirman con un canto sencillo, en una letra de exposición.

En el segundo, un giro en una letra ante el infierno padecido de una patera que debe cruzar El Estrecho. Unos patitos feos que se convierten en un cisne guerrero a golpe de canto sobre las tablas del Teatro en un sueño, su debut, que se hace realidad.

Encuentra el reconocimiento a su iniciación y sobre todo de sus más animosos seguidores.