Hay partidos que calibran a la perfección el estado anímico en el que te encuentras y por contra, hay otros que marcan el camino por el que transitarás las próximas jornadas. El Recreativo Portuense está entre dos aguas, en la búsqueda de la orilla de la tranquilidad para mantener la categoría -objetivo principal-, y la de sortear a toda costa la de la incertidumbre y de las complicaciones: la de no pasar apuros a final de temporada. En eso está.
Y no lo va a tener fácil. En ese reto de no enredarse, los recreativistas, quinto por la cola, ven como pasan las jornadas sin hallar esa estabilidad deportiva que les hagan sentirse cómodos con el paso de las jornadas. Tres puntos más que el Barbate, el equipo que marca el descenso, refleja que todavía hay trabajo por hacer para enderezar la nave.
Las obligaciones y el calendario obligan a afrontar el próximo envite, sino como una final, sí como una ocasión de intentar sumar a toda costa. El rival lo complica aún más con la visita del Balón de Cádiz, aupado en la tercera posición y con unos guarismos a tener en cuenta.
El Recre visitará al Ubrique la próxima semana, otro equipo de la zona alta. Abrirá marzo ante el colista. Un calendario con altibajos, como el Recre.