Sin remontada posible, sin fútbol pero rediseñando el futuro próximo, encara el Racing Portuense la venidera temporada. Tiempo por delante -más del que quisiera- obligado por las circunstancias que han frenado en seco toda la actividad futbolística. Una campaña rara e incatalogable por todo cuanto ha cundido. Jugar buena parte de los partidos lejos de El Puerto, demora interminable en la apertura del José del Cuvillo... y pandemia. Todo en el mismo año. Y todo con una competición que se queda sin concluir. Como queriendo enterrarla lo más rápidamente posible, la entidad prefiere no perder el tiempo en lamentos y ha empezado a trazar sin más la próxima temporada.
En el ambiente el pensamiento de que algo siempre fallaba para rematar un proyecto que no ha tenido continuidad en lo deportivo, pero que sí ha asentado y asegurado una infraestructura interna a nivel de club. Y aunque puede quedar empañado entre los resultados deportivos, no es menos cierto que con ello es apostar por un futuro mejor y por una organización siempre necesaria para crecer.
Ni que decir tiene que sin conocerse a ciencia cierta cómo será el fútbol en las categorías no profesionales y si el público en general, sea en septiembre u octubre, estarán en la grada, el club ya marca su posicionamiento al menos en lo que puede controlar: el plano deportivo y de organización.
Entre los asuntos a despejar será la disputa del Ciudad de El Puerto, fijado en el calendario para agosto y que como decimos, en el aire ante la crisis sanitaria que pudiera obligar a su aplazamiento a una mejor fecha. Desde el Racing se tomó esta celebración como la fiesta preparada para el racinguismo en la recuperación del estadio José del Cuvillo tras su cierre.
Toda una intención que puede quedar ahora en suspenso y pospuesta para un mejor momento y que un día de fútbol vuelva a ser ni más ni menos que eso: convivencia y disfrute y sin distanciamiento impuesto.
Otro asunto es la campaña de abonados y las dudas que pueden generar entre la hinchada. Mientras se despejan las incógnitas que están todavía por resolver, al menos ya se sabe que Carlos Camacho continuará un año más en el banquillo racinguista.
El Racing confía nuevamente en el técnico portuense para asentar el proyecto iniciado el pasado verano, una continuidad ganada y que debiera dar estabilidad a la parcela deportiva tras los cambios de inquilinos en pasadas campañas.
Salto de calidad
Con el pronunciamiento de Camacho, la confección del plantel tendrá con meses aún por delante, la previsión sin prisas para hacer una plantilla competitiva, con claro tinte portuense y con la seguridad de intentar, esta vez sí, el salto de categoría, auténtico objetivo y reto incumplido y reiterado de la entidad.
En cuanto a la cantera sí que hay cambios en su coordinación. David Muñoz “Monsi”, hasta entonces coordinador de la cantera, continuará como entrenador del equipo Cadete Femenino. Su lugar será ocupado por otro viejo conocido de la afición racinguista como es Antonio Flor que será el responsable de coordinar y dirigir a la cantera racinguista en esta nueva etapa al frente de la entidad. De entre las designaciones, decir que Manoli Vázquez, entrenadora del Alevín Femenino, será coordinadora de fútbol femenino.
Eso en cuanto a lo deportivo, a la espera de que vuelvan los entrenamiento y la actividad al José del Cuvillo, en éste se viene limpiando y adecuándose para mantener en perfecto estado el estadio. Todo ello gracias a Recambios Morales & Hijos S.L. y así como a todas las personas involucradas en hacerlo posible de nuevo.
Dudas para el fútbol no profesionalizado
Que la vida, nuestra rutina, ha cambiado por la llegada del Covid-19 es más que evidente. El fútbol puede servir para marcar el camino de esa “normalidad” buscada. El fútbol profesional -Primera y Segunda- tiene fecha para su vuelta, con televisión de por medio, claro está. El fútbol profesional depende tanto del negocio televisivo que su vuelta es más que obligada para su supervivencia. ¿Qué pasará con el amateur? El modesto.
Sin mecenas de por medio y con unas limitaciones de protección preventivas, resulta hoy por hoy complejo tener la certeza de que su vuelta -sin fecha y sin protocolo a seguir- mantenga escrupulosamente con lo dictado. Ni las instalaciones están preparadas, ni se tiene la solvencia económica para adaptarlas y ni las cantidades salariales -el que las tenga- merecerá la pena un posible contagio.
Los tets masivos que se vienen haciendo en el profesional es la clave para controlar y serán los mismos que en el amateur no estarán por razones obvias. ¿Habrá competición en otoño sin vacuna y sin público? Difícil realidad para clubes que necesitan de abonados como fuente de ingreso. Porque lo de jugar sin público en categorías inferiores es inviable.
¿Se pagará un abono sabiendo que no verá un partido? ¿Cómo serán los desplazamientos de los jugadores a otra ciudad si muchos lo hacen en vehículos particulares? ¿Y la cantera?