No obstante, Searle señaló que, pese a la magnitud de este terremoto, “la energía liberada ha sido sólo una centésima parte de la del seísmo que azotó Banda Aceh (Indonesia) en 2004”.
El geofísico explicó a Efe que, “aunque no es posible predecir cuándo se va a producir un terremoto, sí que se puede saber dónde va a tener lugar, ya que la mayoría se producen en los límites entre placas tectónicas”.
“Allí donde se encuentran dos placas tectónicas se crea una compleja red de fallas que permite predecir cuál de ellas se va a mover primero, pero no cuándo se van a producir los movimientos”, argumentó Searle.
Según el Servicio Geológico Británico, aunque hacía 250 años que no se producía un terremoto allí, “bajo Haití hay una red de fallas, que le hacían susceptible de sufrir un terremoto, aunque fuera imposible prever el momento”, sostuvo el profesor de geofísica.