Las tensiones entre Podemos y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha sacudido a diversos sectores de Unidas Podemos con llamadas a recoser la relación y quejas por la indefinición que entraña, para la reconfiguración de la izquierda, la plataforma Sumar.
Así lo expresan diversas fuentes del espacio confederal que no ocultan preocupación por la situación generada, que sin embargo no se traslada al ámbito territorial donde los actos de Sumar se han desarrollado con presencia de representantes del partido morado.
La 'Uni de otoño' se ha cerrado con un rearme del partido y la exigencia de respeto a Podemos, verbalizada por su exlíder Pablo Iglesias y el cofundador del partido Juan Carlos Monedero, a la hora de confluir con Sumar han mostrado una discrepancia que, para diversas fuentes del espacio confederal, data de hace tiempo pero estaba soterrada.
Por su parte, la titular de Trabajo ha evitado responder directamente al exvicepresidente pero ha reivindicado que Sumar es "imparable" y "no es el complemento de nadie" y que se confecciona con "paciencia".
Dentro del espacio confederal interpretan que el partido morado se ha visto reforzado durante estas jornadas, al ver que el evento ha sido exitoso en términos de asistencia, y que en ese ambiente han lanzado ese aviso: Podemos sigue siendo la fuerza hegemónica de izquierda.
Precisamente esta semana el exlíder de Podemos compartió una información sobre la intención de voto que sigue manteniendo Podemos sobre Sumar o IU, al reafirmar que el "humildad, la generosidad y el respeto" por parte de los aliados era condición para el éxito de la izquierda.
"Sin generosidad no hay izquierda. Y falta mucha reciprocidad", exponía también en redes Monedero, quien recalcaba que Díaz "aceptó ser vicepresidente y representar el espacio que construyó Podemos". "Su obligación es representar a todo el espacio. Y para hacerlo, es incomprensible dejar de lado al partido morado", ha desgranado.
En diversas esferas de la actual confluencia subrayan que estas tiranteces vienen de lejos y hasta la fecha se mantenían soterradas, aunque en ocasiones han emergido como en las discrepancias generadas por el envío de armas en Ucrania. Aunque sí aprecian un salto cualitativo en el nivel de los reproches planteados a Díaz.
Y otras fuentes recalcan que esa demanda de respeto de Iglesias va en línea con el malestar en buena parte de la militancia de Podemos ante la falta de claridad en la conformación de Sumar, sobre todo cuando en Podemos se augura que terminará siendo un partido político y por eso demanda una coalición con la plataforma.
En esta línea, esas voces alegan que hay incertidumbre en lo que rodea a Sumar y que eso disgusta a Podemos, sobre todo en la fórmula para construir una candidatura de confluencia y el peso de cada organización. Dudas que no solo a la hora de confeccionar listas sino también en lo relativo a si la base programática de Sumar será suficientemente ambiciosa o si la plataforma de Díaz pueda retrasar aún más su gestación.
A ello suman que la mesa confederal de Unidas Podemos apenas se ha reunido desde que la vicepresidenta asumiera el liderazgo del espacio confederal que, como opinan afines al partido morado, era el órgano clave para coordinar una estrategia política conjunta.
Y la máxima que esbozan es clara y que lo ocurrido en la configuración de la coalición Por Andalucía, donde los morados denuncian haber sufrido una alianza de IU y Más País además de verse relegados del logo electoral, no puede volver a repetirse.
De momento, la previsión es que Sumar presente sus líneas programáticas a principios de 2023 encargadas a sus coordinadores de equipos sectoriales y después, en principio sobre el mes de febrero, Díaz desvelará si finalmente es candidata a las generales.
Por otro lado, otros sectores de Unidas Podemos creen que se ha mostrado al exterior una dinámica de confrontación que no es positiva, que Podemos también se ha excedido en su nivel de crítica y llaman a rebajar el ruido provocado tras la 'Uni de otoño' de Podemos.
En este sentido, subrayan que la relación entre Podemos y Díaz debe reconducirse y que la división mina las expectativas de la izquierda ante el próximo ciclo electoral.
No obstante, opinan que la voluntad de confluir es mayor que los nervios que genera los movimientos de las partes implicadas en la reconfiguración de la izquierda más allá del PSOE.
Pese al conflicto interno, un elemento positivo que destacan diversas fuentes es que a nivel territorial el choque no afecta a las relaciones de los partidos con Sumar. Y en este punto resaltan que las líderes autonómicas de Navarra (Begoña Alfaro) y La Rioja (Arantxa Carrero) estuvieron presentes en los dos últimos actos de Sumar protagonizados por Díaz.
Antes de este choque abierto, las coordinadoras autonómicas de Extremadura (Irene de Miguel) y País Vasco (Pilar Garrido) también arroparon a Díaz durante la gira que realiza por todas España.
De esta forma, resaltan que los territorios tratan de n verse afectados por este clima y tratan de aprovechar la proyección que les ofrecen todos sus líderes para el principal objetivo, que son los comicios municipales y autonómicos.
