En declaraciones a Europa Press, el padre de uno de los bebes, una niña de 14 meses, que estaba en el avión ha explicado que los cerca de 200 viajeros que pretendían viajar han pasado todo el tiempo "sin aire acondicionado" y no ha sido hasta el final cuando han repartido "dos o tres botellas de agua" con la que han dado de beber a su hija, que se encuentra en buen estado.
"No nos dejaban salir del avión ni nos proporcionaban agua. La gente estaba muy nerviosa, hasta el punto de que un hombre desesperado finalmente ha abierto la puerta de adelante y el avión ha quedado inmovilizado", ha explicado.
Otra de las afectadas, Elisa Macías ha relatado a Europa Press que una vez estaban sentados dentro del avión, el capitán explicó la situación "únicamente en inglés" y tras escuchar las quejas habló en italiano, para que luego otra persona comunicará en un español, que "no se le entendía la mitad", que "fallaba el compresor y no se podía arrancar el aire acondicionado ni los motores".
Tras esto, según ha explicado, han abierto "después de insistir y reclamar" las puertas del avión "un rato" porque la temperatura estaba llegando a los 50 grados, si bien "los pasajeros no nos podíamos poner en las puertas porque si rozábamos la escalerilla nos expulsaban del vuelo, se consideraba que rechazábamos el vuelo".
Esta afectada ha trasladado que "ya al final" han repartido "tres o cuatro botellas de agua", pero que las azafatas les explicaban que no había agua para todos, por lo que se repartieron entre los dos bebés y los niños que había entre el pasaje.
Finalmente el avión estaba siendo remolcado de vuelta hasta el aeropuerto y para esto "han cerrado las puertas y hemos estado otros 30 minutos dentro sin aire acondicionado" hasta que "un hombre se ha levantado histérico por la claustrofobia y la calor y se ha ido hacia la puerta delantera y la ha abierto". En ese momento, según ha indicado, se ha abierto la rampa de emergencia porque "ya no había escaleras y el avión ha quedado inmovilizado".
AENA REPARTE AGUA A LOS VIAJEROS
Tras salir del avión, los viajeros se han dirigido al edificio de la terminal de San Pablo y han comenzado a reclamar y ha informarse. Así, una persona de Ryanair les ha comunicado que la compañía está "intentando reparar el avión", y donde, además, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha repartido botellas de agua, aunque "no es su responsabilidad", según ha informado AENA a Europa Press.
Asimismo, las mismas fuentes han hecho hincapié en que la máquina que debía trasladar el avión hasta la plataforma de estacionamiento, punto en el que se encienden los motores para luego dirigirse a la calle de rodadura, que, a su vez, conecta con la pista de despegue, debía ser alquilada a una empresa externa, que asiste a las compañías en tierra y que "no es responsabilidad del aeropuerto".
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