IU-CA, en un comunicado, considera que tanto el regidor hispalense, como el presidente del PP de Sevilla, José Luis Sanz, deberían aclarar cuanto antes "qué hay de cierto en este asunto, dada la gravedad de las acusaciones efectuadas por el denunciante, quien deja en una situación muy delicada y poco decorosa al actual secretario general del PP y portavoz de este mismo partido en el Ayuntamiento, Juan Bueno".
La federación de izquierdas entiende que, "si se confirman las presiones que este dirigente del PP habría llevado a cabo para paralizar el curso de una demanda en los tribunales", "nos encontraríamos ante un hecho bastante escandaloso y lesivo tanto para la política como para la democracia en general". Máxime, cuando las motivaciones esgrimidas para justificar este tipo de proceder, según ha afirmado el propio denunciante, irían en la línea de "no perjudicar los intereses de este partido, una vez que Zoido había accedido ya a la Alcaldía".
Para Izquierda Unida, la circunstancia de que sea el gerente de Giralda TV, Pablo Castilla, quien se halle "en el centro de esta polémica", arroja "todavía más sombras a este tema, ya que él fue el único cargo directivo que el PP mantuvo al frente de sus responsabilidades en la citada cadena tras ganar las elecciones municipales, a pesar de que años atrás había votado en contra de su nombramiento cuando lo propuso el anterior alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE)".
"El PP debe explicar por qué ahora no le interesa que se investigue una denuncia relacionada con la gestión de Giralda TV", insisten en IU, desde donde se recuerda que esta posición no casa, precisamente, "con la obsesión del PP por poner en cuestión y amenazar con auditorías e investigaciones judiciales toda la herencia recibida por parte del anterior Gobierno local".
El Grupo Municipal de IU se pregunta "por qué quienes tanto pregonan luz y taquígrafos para todo han decidido, sin embargo, guardar silencio en este caso e incluso, al parecer, hasta podrían haber coaccionado al que pretenda sacarlo a la luz, aun siendo uno de los suyos". Y concluye advirtiendo de que, de confirmarse esta noticia, "quedaría al descubierto, de manera incontestable, la estrategia de judicialización que la derecha desarrolla de la vida política continuamente en función de sus intereses partidistas y electorales".