La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita nueve años de prisión para la presunta yihadista Samira Yerou, en prisión condicional desde marzo de 2015, por un delito de pertenencia a organización terrorista. La joven marroquí llegó a hacer repetir a su hijo frases como "degüello al policía" y "quiero ir con los muyahidines", con el fin de demostrar su compromiso con el Estado Islámico.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal juzga este jueves a Yerou acusada de ser miembro de la organización terrorista para la que realizaba labores de adoctrinamiento, captación y control de mujeres para trasladarlas a Siria.
Según explica el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, en el que solicita nueve años de prisión, 19 años de inhabilitación absoluta y 10 de libertad vigilada, la acusada se radicalizó a través de sus contactos en las redes sociales "guiado por teólogos y jeques extremistas" afines o pertenecientes al Estado Islámico.
La representante del Ministerio Público utilizó su alias Umm Mohamed para contactar entre los meses de marzo y noviembre de 2014 con miembros del Estado Islámico en Arabia Saudí, Irak, Siria, Jordania, Emiratos Árabes, Kuwait y Sudán. Dice la fiscal que llegó a preparar su marcha a Siria para su incorporación en las actividades de la organización en los territorios ocupados.
El escrito relata que a Yerou le fue incautado una memoria interna de un aparato electrónico en la que contenía 32 documentos relacionados con sus actividades de adoctrinamiento y archivos de contenido salafista-yihadista destinada a enaltecer las actividades del Estados Islámico.
CULMINACIÓN DE OBJETIVO
La Fiscalía subraya que la "culminación de los objetivos marcados" de Yerou en territorio no islámico para realizar otros en tierras dominadas por el Estado Islámico se dio en diciembre de 2014. Entre estos objetivos se encontraban "la difusión lo más amplía posible del mensaje terrorista y violento" en el que había que enaltecer las actividades de la organización y "adoctrinando y captando a cuantas más personas mejor", detalla el escrito.
Finalmente, la acusada se incorporó al grupo terrorista para las tareas de adoctrinamiento, reclutamiento y control para el envío de mujeres a través de Turquía a Siria. Para ello, contactaba con responsables encargados de facilitar el paso de la frontera y de la recepción en Turquía de "elementos relevantes" y del desplazamiento de individuos captado a Siria, entre otros.
La acusada, tras hablar con estos encargados del paso de personas en las fronteras, viajó desde Barcelona a Estambul --antes extrajo 4.500 euros de dos cuentas bancarias, una a su nombre y otra al de su hijo--, el 16 de diciembre de 2014, sin lograr entrar en Siria. Fue detenida unos días después por las autoridades turcas y expulsada a España el 7 de marzo de 2015, procediéndose su detención en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) a su llegada.
CONVERSACIONES DESDE TURQUÍA
Durante su permanencia en el centro de detención de Turquía, Samira realizó numerosas llamadas a dirigentes islamistas y mantuvo conversaciones con varios dirigentes de la organización, entre ellas una mujer, identificada como Madina, que le decía que "todas las hermanas en el Estado" había conseguido incorporarse al Estado Islámico en Siria.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decretó, ante el "elevadísimo" riesgo de fuga, el ingreso en prisión incondicional de la joven marroquí, al considerar que posee "importantes" contactos en este "entramado criminal" dotado de medios económicos, humanos e infraestructura suficientes para lograr su incorporación al Estado Islámico.
