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Galicia

Los faraones viajan a Galicia para desvelar sus secretos más ocultos

Una exposición formada por más de 140 piezas del British Museum que podrá visitarse a partir de mañana en la Ciudad de la Cultura

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  • Egipto.

El simbolismo y la vida diaria de la monarquía egipcia, así como las historias que ocultan los objetos que forman parte de esta antigua civilización, son los protagonistas de "Faraón. Rey de Egipto", una exposición formada por más de 140 piezas del British Museum que podrá visitarse a partir de mañana en la Ciudad de la Cultura, en Santiago de Compostela, y que permitirá al público "viajar por 3.000 años de la historia del Antiguo Egipto".

La muestra, que llega a Galicia de la mano del museo británico y Fundación 'la Caixa', en colaboración con la Xunta y en el marco del Xacobeo 2021, descubre "la cara más humana" de los faraones egipcios, así como "su lado divino", su simbología, su faceta de gobernantes y guerreros y sus diferentes orígenes.

"Es un placer poder llevar esta exposición a Galicia y descubrir a la gente algunos de los secretos escondidos de esta civilización", ha expresado la comisaria jefe de la muestra, Marie Vandenbeusch, que ha participado de forma telemática en la presentación.

Vandenbeusch ha declarado que la exposición permite a los visitantes "viajar por 3.000 años de la historia del Antiguo Egipto" y que descubran diferentes facetas de los faraones a través de las piezas de la muestra, entre las que se encuentran desde estatuas monumentales hasta minúsculas joyas de orfebrería, objetos rituales, relieves o herramientas, entre otros.

La comisaria ha destacado piezas como la figura del dios Amón-Ra, realizada en plata y oro. Una pieza "única", ya que normalmente las piezas de oro eran "saqueadas" y se fundían para ser vendidas, por lo que no se conservan demasiadas.

Dividida en nueve espacios temáticos, en la muestra podrán verse además otras obras; como la cabeza del faraón Tutmosis III, de limolita verde, de la Dinastía XVIII -de 1479-1457 a.C.- o la figura del dios halcón Re-Horakhty; la estatua del funcionario del gobierno Sennefer, o una figura de bronce de Isis y Horus que data del 664-332 a.C.

"En un horizonte temporal desde el 3.000 a.C. hasta el 30 a.C. se sucedieron treinta dinastías distintas", ha explicado María Pereira, directora de Acción Cultural de la Ciudad de la Cultura, que ha asegurado que la geografía del Valle del Nilo es "fundamental" en la exposición, ya que "gran parte de la iconografía de las piezas tiene que ver con la fauna y la flora de la zona" y también porque de ella dependen los materiales en los que se esculpieron la mayoría de los objetos.

Pereira ha explicado además algunos de los principales símbolos de poder de los faraones, que ocupan un lugar importante de la exhibición.

"Una de las bondades de todas estas dinastías era ese poder de comunicación simple y contundente", ha destacado Pereira, que ha añadido que los faraones utilizaban como símbolos de poder "el cetro y el flagelo", objetos relacionados con la economía agrícola, elementos que "dirigían y castigaban" al pueblo.

Entre algunas de las curiosidades de la muestra, destacan los orígenes de varios de los faraones, algunos de ellos grecomacedonios o romanos, que construyeron templos consagrados a dioses egipcios y ellos mismos se representaron en esculturas como faraones tradicionales.

También pueden verse estelas de mujeres faraonas como Hatshepsut, que dirigió Egipto durante treinta años, entre 1472 y 1458 a.C. "La tumba de Hatshepsut es una de las más importantes. En la historia de los faraones datados, hubo ocho mujeres que fueron faraonas", ha explicado Pereira.

Entre las piezas, también destacan los famosos cartuchos, con los nombres de los faraones en geroglífico, estatuas y objetos cotidianos y papiros.

"Hay determinadas piezas que llaman muchísimo la atención por su espectacularidad, por su tamaño o por el pulimiento, pero también hay otras que no llaman tanto la atención pero que ocultan historias interesantes", comenta Pereira.

Entre ellas, una pieza de los pies de Ramsés II, que según la directora de Acción Cultural, representa "el primer tratado de paz de la Historia", el tratado de Qadesh, tras la batalla entre los egipcios y los hititas.

La exposición termina con un espacio dedicado a la muerte y la vida eterna, puesto que para los faraones era una cuestión "fundamental", ya que desde muy pronto empezaban a construir sus tumbas.

Según Pereira, preparaban su vida para después de la muerte, de manera que junto a las tumbas colocaban todo tipo de objetos que les acompañarían en su viaje a la vida eterna, entre ellos los Ushbebtis, pequeñas estatuas que representan al faraón y que podrán verse también en la exposición.

Tras pasar por Barcelona, Madrid, Girona, Sevilla o Tarragona, "Faraón. Rey de Egipto" estará en Santiago de Compostela hasta el 15 de agosto. 

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