La Diputación de Granada incluye en la Concertación con los municipios para el bienio 22-23 un programa de promoción de la cohesión e inclusión social, atención a la diversidad y participación infantil, al que se han sumado 136 ayuntamientos. Así lo ha asegurado la vicepresidenta segunda y diputada de Bienestar Social, Olvido de la Rosa, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de los Derechos de la Infancia.
En un comunicado, De la Rosa ha señalado que el objetivo es "sumar voluntades para construir en nuestros municipios espacios de protección y de buen trato para la infancia; tanto frente a las amenazas que detectamos en el entorno de la infancia y la adolescencia --familia, escuela, espacio público y administración-- como para las que pudieran existir dentro de nuestras propias instituciones".
La diputada ha destacado que la Diputación pretende "asumir el compromiso de impulsar las políticas de infancia y adolescencia en la provincia de Granada con el objetivo de mejorar la vida de los niños y niñas, reconociendo e impulsando sus derechos".
El objetivo es facilitar a los municipios la puesta en marcha de actividades que potencien la participación de los menores en la vida social de los municipios y entidades locales menores de 20.000 habitantes de la provincia de Granada. En general, las actuaciones que se financian deben ir dirigidas a mejorar los derechos de los niños y de las niñas, potenciando la participación social, la comunicación y las relaciones personales; evitando el desarraigo y la exclusión social.
En el bienio 2022-2023, este programa está concertado con 136 municipios y se prevé la ejecución de 372 actuaciones con una inversión de 388.400 euros, de los que la Diputación de Granada aporta 302.600 euros.
De la Rosa ha subrayado, con motivo de la conmemoración del Día Universal de los Derechos de la Infancia, los objetivos de la institución en esta materia: satisfacer las necesidades básicas de la infancia, proporcionando a los menores atención sanitaria, educación y formación, seguridad y oportunidades de juego y recreo; protegerles contra toda forma de crueldad y explotación: maltrato y abandono, tortura, pena de muerte, consumo y tráfico de drogas, explotación laboral y sexual, y ayudar a la familia, respetando sus responsabilidades, sus derechos y deberes.
Asimismo, persigue la creación de servicios de atención a la infancia, "para que atiendan convenientemente" las necesidades de sus hijos; dedicar una atención especial a los menores, particularmente vulnerables, tales como niños sin familia, refugiados, pertenecientes a minorías étnicas e indígenas, niños y niñas víctimas de malos tratos, abandono o conflictos armados. Además, tiene como objetivo permitir a la infancia y adolescencia expresar su opinión en los asuntos que le conciernen, profesar su religión, buscar y difundir informaciones y asociarse, todo ello en función de su edad y madurez.
En este sentido, el 20 de noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional de los Derechos del Niño/a, que se ha convertido en el tratado más ampliamente aprobado de la historia y que ha pasado a denominarse el Día Universal de los Derechos de la Infancia.
