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Huelva

El cambio de empresa tensa las relaciones en Cepsa Química

El comité de empresa critica la falta de información sobre la migración de personal a otros centros del grupo

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  • Instalaciones de Cepsa Química -

A pesar de los buenos datos e imagen amable de los que cada año presume Cepsa, no es oro todo lo que reluce, y en la trastienda esconde también conflictos labores que esta vez han salpicado a Cepsa Química.

De hecho, el comité de empresa viene manifestando desde hace semanas una gran preocupación por la reestructuración de la plantilla que está acometiendo la petrolera española en su centro de Palos de la Frontera.

Así, algunos trabajadores de Cepsa Química ya han migrado a Cepsa Refinería La Rábida y otros a Cepsa Global Services, una empresa de reciente creación y a los que se les aplicaría el convenio de oficinas y despachos. 

Según ha explicado a Viva Huelva el presidente del comité de empresa, Antonio Bayo, de los cerca de 300 trabajadores de Cepsa Química, algo más de 40 ya han migrado a las otras empresas, y temen que quede por delante un segundo proceso de reestructuración, de modo que al final sólo quedarán contratados en Cepsa Química el personal de producción.

Sin embargo, a pesar de la migración de empresa, algunos de los trasladados continúan trabajando en el mismo puesto, en las instalaciones de Palos, y “todas las funciones siguen necesitándose”.

Por lo que desde el Sindicato Unitario, con representación también en el comité de empresa, advierten que “un cambio del trabajador entre empresas de un mismo grupo es algo muy distinto a un traslado o desplazamiento, y además puede rayar la ilegalidad, ya que se trata de diferentes empresas, con CIF distintos”.

Falta de comunicación
La queja principal del comité de empresa es la falta de información por parte de la empresa, basada en dos puntos: que se informe antes del cambio de empresa de un trabajador, y lo más importante, que se respeten todos los derechos actuales y futuros que tienen en su convenio colectivo.

Por ello, ante el temor de que se estuviese incumpliendo el artículo 30 del citado convenio -Tratamiento personal excedente por causas organizativas-, que garantiza la preservación de todos los derechos de los trabajadores a pesar de la migración (antigüedad, sueldo, garantías sociales...), el comité de empresa decidió mantener con Cepsa una reunión en el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía), que tuvo lugar el pasado martes, sin llegar a ningún acuerdo.

Bayo apunta que “pensamos que se están respetando muchos conceptos, pero no todos, ya que hay pluses que no se han reconocido y porque el puesto de trabajo de destino es distinto al de origen, pero esos pluses tienen que respetarse o al menos compensarse”.

Tras el Sercla, el comité de empresa se ha dado un tiempo para que Cepsa cumpla las dos demandas que pide: que les informe quince días antes del traslado de un trabajador, para poder asesorar al afectado con anterioridad; y que facilite toda la información, por escrito, de los traslados ya realizados para analizar se si se ha  vulnerado algún derecho.

Si no se cumplen estos plazos, el comité de empresa no descarta la vía judicial, ya que “nos debemos a los trabajadores y queremos que, de cara a una segunda fase de reestructuración, las cosas se hagan bien”.

La información por escrito es básica para el comité de empresa, para poder asesorar con información fidedigna a los trabajadores. Según han indicado, el diálogo se ha intensificado en los últimos días y confían en que la empresa ofrezca toda la información. Además, también matizan que, hasta el momento, los trabajadores migrados no han puesto objeción al cambio de empresa.

Perspectivas de futuro
Aunque Bayo no se atreve a aventurar que pasará en un futuro, sí asegura que en la migración de trabajadores “pensamos que algo se queda en el camino”, y sobre el hecho de que se esté centralizando a parte del personal en otras empresas, “el tiempo dirá lo que significa”.

De hecho, el comité informa en un comunicado que “la reestructuración se nos plantea como una preparación para afrontar las dificultades que pueden influir a la empresa debido a un entorno difícil”, y alerta de que “Cepsa trata de unificar iguales funciones en diferentes centros de trabajo, ello conlleva una reducción de plantilla, y se nos dice que así se asegura la continuidad de la compañía y su empleabilidad”.El tiempo lo dirá.

Reestructuración a pesar de buenos datos
Mientras en Cepsa Química se está acometiendo una reestructuración de la plantilla, Cepsa Refinería La Rábida presumía este domingo de los buenos datos de producción cosechados el pasado 2012.

Así, ha cerrado el año con 10,3 millones de toneladas (MMT) de producción, lo que supone una cifra similar a la correspondiente en 2011, cuando la refinería contó con 10,4 millones de toneladas.

Según han informado a Europa Press desde la compañía, se ha producido un total de 4,2 millones de toneladas de gasóleo, 540.000 toneladas de gasolina y 902.000 toneladas de queroseno.

Además, el crudo procesado en total durante el pasado año fue de 8,7 millones de toneladas, lo que supone un 11 por ciento más que en 2011 y por tanto, la cantidad de crudo destilado en Refinería La Rábida en 2012 ha sido de un 86 por ciento con respecto a su máxima capacidad.

Por su parte, en junio del pasado año los trabajadores de Cepsa Química protagonizaban una protesta por otra reestructuración de la plantilla en la que se eliminó el turno eléctrico, una decisión que advirtieron que “afecta a la seguridad de las propias instalaciones y empleados”.

Aunque fuentes de la empresa indicaron en su momento que la medida “no supone ninguna merma en la seguridad de las instalaciones”, el comité de prensa no lo tenía tan claro, ya que “la no existencia inmediata de personal eléctrico afectaría directamente a la seguridad de las personas y las instalaciones por la alta peligrosidad de los productos implicados en esta industria”.

Son las dos caras del grupo petroleo, los buenos números en refinería y la tensión laboral en la línea química.

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