Las juntas de personal de los hospitales Infanta Elena y Juan Ramón Jiménez y la gerencia están cada vez en puntos más equidistantes, en dos extremos de una cuerda que amenaza con partirse, ya que cada parte tira hacia el lado opuesto. El ‘quid’ del desencuentro: la fusión hospitalaria o alianza estratégica de los dos hospitales de la capital onubense, un proceso que se inició hace cuatro años aunque es ahora cuando se está tornando en realidad.
Aunque la gerencia del nuevo área hospitalaria insiste en sus bondades, en el plus que supone para los usuarios, y en que el traslado de personal se está realizando de forma voluntaria y sin merma en la plantilla, las juntas de personal han manifestado por activa y por pasiva su rechazo, y si hace tiempo que pasaron a la acción para mostrar su desacuerdo, ahora han intensificado la ofensiva.
Así, la junta de personal del Infanta Elena, que cuenta con el apoyo de la del Juan Ramón, ha iniciado una ronda de contacto con alcaldes y partidos políticos para explicar su postura contraria. Ya se han reunido con dirigentes de la Costa, y la semana próxima lo harán con los del Condado, así como también han mantenido encuentros con el PP, IU, UPyD, PSOE y PA.
También van a reunirse con asociaciones de usuarios y de vecinos para transmitir los resultados de la consulta que realizaron recientemente en el Infanta Elena, en la que, según sus datos, el 99,56% de los usuarios y el 99,23% de los trabajadores manifestaron su negativa a la fusión hospitalaria.
Además, el 7 de marzo los sindicatos Satse, SAE y Sindicato Médico solicitaron la suspensión cautelar del proceso. Para ello, han interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra la fusión en la Audiencia Provincia.
A esto hay que sumar la carta que la presidenta de la junta de personal del Infanta ha remitido a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, así como a la consejera de Sanidad y al gerente del SAS.
En la misiva, a la que ha tenido acceso Viva Huelva, la junta de personal solicita la paralización del proyecto de fusión “por sus graves repercusiones en la asistencia en Huelva”, y el cese de todo el equipo directivo “por su actitud con esta junta de personal, por su negativa a negociar con los trabajadores, por las múltiples falacias y engaños con los que ha llevado a cabo este proyecto y por ocultar su política de recortes bajo la creación de un falso complejo hospitalario y materno infantil que van a suponer una clara disminución de la plantilla y de su masa salarial, y una masificación y pérdida de calidad en la asistencia”.
Sobre las “falacias”, explican a Viva Huelva que “la gerencia siempre ha argumentado que uno de los objetivos de la fusión es eliminar las duplicidades entre los hospitales, algo fácilmente rebatible, ya que la media andaluza es de 158 médicos especialistas por cada 100.000 habitantes, y en Huelva estamos muy por debajo, en 117, y lo mismo pasa en el resto de especialidades”.
De otro lado, la junta de personal de ambos hospitales protagonizará una concentración el unes, a las 14.00 horas, a las puertas del Infanta Elena, para visibilizar su rechazo.
La Gerencia responde
Esta es la postura de una parte, bien distinta a la de la otra. Así, desde la gerencia del área hospitalaria de Huelva indican a Viva Huelva que la principal ventaja de la alianza estratégica es “un aumento muy importante de las prestaciones sanitarias y de la cartera de servicios de la provincia de Huelva, en ningún caso reducción o recorte”.
Este incremento de recursos “es una realidad palpable y que puede comprobarse” ya con la apertura de nuevos servicios como las unidades de Cirugía Maxilofacial, Técnicas Avanzadas de Reproducción Humana, Hospitalización de Cuidados Paliativos, o el nuevo bloque quirúrgico (4 quirófanos) que viene a triplicar su capacidad, todo ello en el Hospital Vázquez Díaz, “en donde vienen trabajando múltiples profesionales del Juan Ramón y del Infanta Elena”; el nuevo Hospital de Día Médico, la ampliación de la Unidad de Oncología Radioterápica con un segundo acelerador lineal, un TAC integrado en el servicio y la Unidad de Braquiterapia y la incorporación de una segunda sala de Hemodinámica, , todo esto en el Juan Ramón Jiménez; y la renovación total de la UCI del Infanta Elena”, indica.
Además, aseguran que “todas estas nuevas prestaciones surgen del proceso de colaboración y trabajo conjunto de los profesionales, y vienen motivadas por el deseo de sumar esfuerzos y de crecer, por lo que es necesario remarcar que se va a mantener la plantilla actual de los centros, incluidos los eventuales estructurales, es decir, no se va a despedir a ningún profesional, toda vez que resultan necesarios para la cobertura de los nuevos servicios y prestaciones. Es igualmente destacable que no va a disminuir el número de camas, ni el de consultas, incrementándose el número total de quirófanos.