La campaña especial de control del consumo de alcohol y drogas entre los conductores, desarrollada por la Dirección General de Tráfico (DGT) en las carreteras de la provincia de Huelva entre los días 1 y 7 de junio, ha dado como resultado 45 positivos, lo que supone el 1,4 por ciento de los 3.243 conductores sometidos a las pruebas de alcoholemia. Asimismo, de los 35 conductores sometidos al test salival para comprobar la presencia en el organismo de drogas, nueve resultaron positivos (el 25,7 por ciento).
De los 45 casos positivos en alcoholemia, en cuatro de ellos se está tramitando, además, atestado por posible comisión de delito. Respecto al control del consumo de drogas, ocho positivos han sido por cannabis, según ha informado la Subdelegación del Gobierno en una nota de prensa.
Previa a esta campaña de vigilancia del consumo de alcohol y drogas, la DGT desarrolló en Andalucía una campaña sobre utilización del teléfono móvil y de dispositivos de reproducción de sonido o imágenes, entre el 29 y el 31 de mayo.
En la provincia de Huelva, esta campaña se saldó con 944 vehículos controlados y cinco denuncias formuladas --el 0,5 por ciento--, tres de ellas por uso del teléfono móvil y dos por otras infracciones que provocan la distracción del conductor.
VÍCTIMAS MORTALES
Cuatro de cada diez conductores fallecidos el año pasado en España en accidente de tráfico presentaron resultados positivos en sangre a drogas y/o alcohol y/o psicofármacos, según consta en la memoria sobre víctimas mortales en accidentes de tráfico 2014, elaborado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Estos datos, junto con los resultados de los controles preventivos y aleatorios realizados hasta ahora, ha llevado a la Dirección General de Tráfico a incrementar durante la pasada semana la vigilancia sobre este factor de riesgo, causante, según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad vial (ERSO), del 25 por ciento de todas las muertes en carretera en Europa.
Una de las razones de seguir realizando este tipo de campañas es la constatación que el aumento de los controles preventivos es uno de los factores que está favoreciendo un cambio de comportamientos de los ciudadanos sobre esta materia haciendo que el porcentaje de positivos en controles preventivos de alcoholemia haya descendido del cinco por ciento en 2001 al 1,7 por ciento en 2013. El objetivo establecido en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 es bajar del uno por ciento los positivos de alcoholemia en los controles preventivos aleatorios.
Además y teniendo en cuenta que muchos de los conductores son policonsumidores, es decir que se ponen al volante tras haber consumido varias sustancias, Tráfico está incrementando las pruebas de detección de drogas. Así, 2014 ha sido el año en el que por primera vez en la historia de la DGT se han realizado controles preventivos masivos de drogas en nuestro país.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) ha realizado 30.000 test preventivos con un resultado de un 35 por ciento de conductores positivos a drogas ilegales. Para este año se duplicará el número de pruebas.
Desde comienzo de año, los conductores implicados en un accidente, además de ser sometidos al test de alcoholemia también se les requiere para realizar el de drogas, acción que supone una inversión importante en medios.
En porcentajes similares se encuentran los peatones fallecidos en accidentes de tráfico. Según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología, en 2014 el 40 por ciento de los peatones fallecidos dieron positivo a drogas y/o alcohol y/o psicofármacos. Menor percepción o errónea de su entorno, pérdida de visión, mayor asunción de riesgos son algunas de las consecuencias que se derivan de la ingesta de alcohol, aumentando la posibilidad de sufrir un atropello.