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Huelva

El baño para todos: del dicho al hecho

En Islantilla los socorristas proporcionan a aquellos que lo soliciten tres sillas anfibias, que se entregan para el baño adaptado

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  • Baño adaptado -

A primera hora de la mañana de cualquier día de verano, unos monitores se preparan en la playa de Islantilla (Huelva) para que la frase "baño para todos" sea más que una simple marca, y lo hacen trabajando para que ninguna persona se quede sin entrar en el mar porque una discapacidad física se lo impida.

Se trata de un servicio que se puede ver en distintas zonas del litoral andaluz, aunque hay ayuntamientos de interior como Marchena (Sevilla) que han dado un paso más y desde esta semana cuentan con una piscina adaptada a la que se puede acceder gracias a una silla de ruedas que se puede introducir en el agua sin que sus materiales sufran por ello.

En Islantilla los socorristas proporcionan cada día a las persona que lo soliciten tres sillas anfibias (dos para adulto y una para menores de edad), que se entregan para el baño adaptado para personas con movilidad reducida.

Pero en esta playa que gestionan los ayuntamientos onubenses de Lepe e Isla Cristina la adaptación da un paso más, ya que en 2016 fue dotada de un punto accesible con sombra para sillas de ruedas, que hace posible que cualquier persona pueda disfrutar de la playa sin barrera arquitectónica alguna, lo que se suma a accesos y pasarelas adaptadas que se distribuyen a lo largo de su paseo marítimo.

Las pasarelas, como recuerda la gestión de la Mancomunidad, tienen incluso dos vías que permiten su uso a personas con discapacidad visual eliminando todas las posibles barreras arquitectónicas.

En estos casos la inversión es incluso más simple del servicio que se da, ya que en Marchena sólo ha habido que invertir menos de 19.000 euros para que su piscina tenga un sistema que hace que una persona pueda bajar al agua en silla de ruedas, con lo que no depende de nadie para entrar y salir del agua.

El concejal de deportes del Ayuntamiento marchenero, José María López de Estepa, ha manifestado a EFE el "orgullo" de que pueblo disponga de "la primera silla acuática que hay en toda la comarca".

Y para estrenarla no se ha contado con un ciudadano cualquiera, sino que la primera persona que la usado ha sido el campeón del mundo de triatlón adaptado, Rafael López, un vecino del municipio que ha recorrido medio mundo compitiendo, y que señala que "el material con que está hecha la silla, casi un 90 por ciento de plástico, hace que sea muy duradera, y se pueda usar sin que el agua la estropee".

Rafael López es vicepresidente de ADIFYS, la Asociación de Discapacitados Físicos y Sensoriales de Marchena, y además de su labor como voluntario en la Unidad de enfermos medulares del hospital Virgen del Rocío, publicó el libro 'Sintiéndome vivo', dónde explica su historia antes y después del accidente que le dejó en silla de ruedas.

Volviendo al litoral, destacan iniciativas como la de Cruz Roja en la playa onubense de El Portil, que lleva varios años haciendo que sus voluntarios ayuden a meterse en el mar a personas con problemas de movilidad, completando los servicios de la misma playa con aparcamientos, duchas y baños adaptado.

Ejemplos hay muchos, pero no en todas las playas, ya que en muchas todavía brillan por su ausencia incluso las pasarelas para que las sillas de rueda convencionales puedan llegar hasta la misma bajamar, pero cada año se da un paso más para conseguir que nadie se quede sin un verano normal por el hecho de no poder moverse al ritmo de cualquier persona.

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