El proyecto europeo Soil O-live, liderado por la Universidad de Jaén (UJA), ya ha recogido más de 5.200 muestras
en las 52 parcelas del proyecto en distintos puntos de Europa y el norte de África para avanzar en el estudio del efecto del manejo agrícola en el estado de salud general de los suelos de los olivares mediterráneos.
Esta iniciativa, cuyo desarrollo comenzó hace siete meses, también se centra en el análisis del impacto sobre la producción y calidad de los aceites de oliva producidos en la región mediterránea.
Los investigadores, siguiendo los protocolos y estándares definidos por la Unión Europea, han tomado cinco réplicas en cada una de las parcelas a dos profundidades distintas, 10 y 20 centímetros, de forma que será posible analizar los efectos de la actividad agraria en diferentes sustratos del suelo del olivar.
Las parcelas seleccionadas corresponden a varios sistemas de cultivo del olivar, tradicional, intensivo y ecológico, de forma que el proyecto podrá llevar a cabo un análisis comparativo entre cada uno de ellos.
Las muestras se han tomado en diferentes puntos del arco mediterráneo con tradición olivarera, como el sur de Portugal, la isla de Lesbos, Creta, la región de Kalamata (Grecia), Toscana, Lazio y Sicilia (Italia), Marruecos y el sur de España. Tras la recogida, los investigadores ya han comenzado a procesar las muestras de suelo en el laboratorio para proceder a extraer los primeros datos.
El profesor e investigador de Ecología de la Universidad de Jaén y coordinador del proyecto, Antonio Manzaneda, ha destacado en un comunicado que la propia Unión Europea se ha involucrado directamente en el proyecto para poder conocer de primera mano los datos de estado de los suelos.
"La amplitud de las muestras recogidas nos permitirá tener una imagen precisa y actualizada del estado de los suelos del olivar", ha dicho el investigado, que ha añadido que n las fincas seleccionadas donde el suelo esté más degradado, propondrán un programa de restauración. "Nuestra idea es apostar por la enmienda orgánica basada en biocarbón y el mantenimiento de las cubiertas vegetales, que son las herramientas más prometedoras que tenemos en estos momentos", ha señalado Manzaneda.
El proyecto Soil O-live cuenta con un consorcio formado por 17 socios y tiene una financiación de casi siete millones de euros en el marco de la Misión Soil Heath and Food del programa de I+D+i Horizonte Europa (programa marco de investigación e innovación de la Unión Europea para el período 2021-2027).
Soil O-live tiene como objetivos, entre otros, analizar el impacto de la contaminación y la degradación de la tierra en los suelos de olivar en términos de multi-biodiversidad, función ecológica en diferentes niveles de organización y escalas; e investigar la relación del estado de la salud del suelo con la calidad y seguridad del aceite de oliva.
Además, busca implementar enmiendas efectivas del suelo y prácticas de restauración ecológica que promuevan mejoras manifiestas en la biodiversidad y la funcionalidad del suelo en olivares mediterráneos permanentes en su área de distribución nativa, que deberían traducirse en mejoras en la calidad y seguridad del aceite de oliva; definir umbrales ecológicos rigurosos que permitan implementar futuras normas y reglamentos claros para diseñar una certificación novedosa para suelos saludables en los olivares europeos.
El consorcio del proyecto está formado por quince instituciones académicas y dos empresas del sector del olivar. A nivel nacional, el proyecto cuenta además de la Universidad de Jaén, que actúa como coordinadora, con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través de tres centros de investigación.
A nivel internacional, participan instituciones como la Universidad de Roma Tre (Italia), la Universidad Libre de Berlín (Alemania), la Universidad de Tras-Os-Montes e Alto Douro (Portugal), la Universidad del Egeo (Grecia), entre otras muchas.