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Jaén

Los lunes al sol

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Decíamos ayer. Mi vuelta a las andadas promete, a priori, no dejar títere con cabeza. Cuestión de principios. A finales de 2012 abandoné voluntariamente una colaboración periodística semanal que databa, ininterrumpidamente, de 1999. Por segunda vez en breve espacio me censuraban un texto. Hasta ahí podíamos llegar. En la primera ocasión se trató de una mutilación parcial, aplicada por la dirección sin mediar palabra, en tanto en cuanto la última fue, en toda regla, una enmienda a la totalidad. ¿A quién se le ocurre analizar el papel de Griñán ante la crisis cuando el presidente de la Junta era el protagonista ese mismo lunes de la conferencia-almuerzo organizada, en su honor, por el periódico de marras? Como quiera que no iba a seguir escribiendo sin la seguridad de que el original saliera tal cual publicado el día siguiente, decidí tomarme un tiempo de reflexión antes de retomar este fantástico reto que supone principiar las semanas con un artículo de opinión en formato de crónica política. Y aquí estoy, finalmente, porque esta boca es mía.


El descrédito de la política no ejerció de detonante para que los líderes de las dos principales fuerzas jienenses aproximasen posturas. Mayor talante,  gestos de cordialidad y buena vecindad, eso sí, que, a la hora de la verdad, en tierra quemada,  sirven de poco. Paco Reyes ha consolidado su poder, manda más: en la Diputación del Bicentenario ya ni rechista Aspas, la cohorte de asesores engrosó incluso a Pliego, Gaspi espacia sus visitas (¿Imaginan a Zarrías, Oráculo de Delfos, avalando a su sobrino Valdivielso mientras Reyes promociona a su ‘tapado’, Julio Millán?), Puri Gálvez se subordina y allana cuantas veces haga falta, pero para sus correligionarios del Gobierno andaluz es un crítico interno de la peor especie. Es decir, en términos de complicidad, un valor nada fiable. Por su parte, Fernández de Moya,  culminado el diseño de ciudad a través del nuevo PGOU que deberá refrendar la Junta, ratificada su negativa a gestionar el tranvía con una mano delante y otra detrás, empeñado en sostenella y no enmendalla en Onda Jaén, acota ahora en Santa María la maniobrabilidad de García Anguita, al tiempo que da más alas a Contreras, y, de martes a jueves, a poder ser, transita por los pasillos del Senado con la solícita asistencia de su primo político, Paco Delgado, alcalde de Martos en apenas un mes si el socio andalucista no se tira al monte. Narcisistas y satisfechos de sí, pedantes y aparatosos de puertas adentro, pierden fuste cuando salen fuera. Nada nuevo bajo el sol.

Expoliva

Mercado parado. Resistir es ganar. Antonio Luque pincha en hueso en su reciente intento de agrupar la mayor parte de los graneles de Jaén. Su enésima huida hacia adelante, bendecida en principio por la Junta merced al llamativo trueque con Deóleo (9 por ciento de todo, incluidos los más de 700 millones de euros de deuda) se topa hoy con la cordial resistencia de los autosuficientes –Jaencoop, Interóleo y Olivar de Segura-. La obnubilación por el éxito de la operación ‘Deóleo’ fue poco a poco desvaneciéndose. El interés por Jaén, pareciéramos condenados a ello, siempre es a granel. La antigua envasadora de Fedeoliva en Guarromán, a propósito, carece de actividad. El miércoles abre agenda de visitas ilustres el consejero Luis Planas –tan solvente como distante del nudo gordiano de la nueva PAC- y el viernes la cierra el ministro –aspirante a San Telmo, bisbisean desde Génova- Arias Cañete.

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