Para sacar a Jaén del pozo en el que está requiere de una planificación, pero a la Diputación que es una locomotora no le siguen otras administraciones
En la última reunión celebrada por la Fundación Estrategias, que trata de ponerle las pilas a las administraciones, más aún en la situación actual en la que todos los indicadores parecen alineados en contra del desarrollo jienense, ha habido una petición expresa del presidente del Patronato que lo es de la Diputación, para que las administraciones dediquen el máximo esfuerzo en la creación de infraestructuras. Se entiende perfectamente el pesimismo que con frecuencia debe cundir en instrumentos como el Plan Estratégico, que ha sido útil desde el punto de vista de la definición de las necesidades y prioridades de la provincia, un trabajo concienzudo que antes lideró el profesor Martín Mesa y que ahora dirige con igual acierto Inmaculada Herrador, en el que han participado administraciones, agentes sociales y económicos y numerosos colectivos, y que no funciona como debería porque la maquinaria de la administración es lenta y las urgencias de Jaén no permiten demoras. El año pasado se pusieron sobre la mesa 200 acciones, en un alarde de optimismo y de ganas de avanzar, pero no hablemos de resultados porque sería deprimente. Seguimos pensando que para sacar a Jaén del pozo en el que está requiere de una planificación estratégica, pero a la Diputación que verdaderamente está siendo como una locomotora no le siguen el resto de administraciones, ni la Junta ni el Gobierno central, por mucho que traten de vender lo contrario en esta actitud tan complaciente que distingue a muchos políticos. Queda poco margen para el optimismo, los planes sin dinero son brindis al sol, y no es justo culpar de todo a la crisis.