El sector de la edificación de la capital se ha plantado contra el Ayuntamiento de Jaén por las demoras, de más de seis meses, en la concesión de las licencias de obras. De momento, los constructores y promotores de obras han acordado dejar de pagar el ICIO (el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) que la Gerencia de Urbanismo les exigía con carácter previo cuando solicitaban la licencia.
La decisión no es algo baladí, por cuanto ese impuesto, actualmente gravado con el 3% del coste del proyecto y presupuesto de obra, constituye la principal fuente de ingresos que las obras aportan al Ayuntamiento. En una licencia para una vivienda unifamiliar el coste del ICIO ronda los 5.000 euros, pero en proyectos de más envergadura puede estar incluso por encima de los 300.000 euros.
El Consistorio jienense exigía el pago del ICIO al pedir la licencia (junto a las tasas municipales, que oscilan entre el 0,7 y el 0,8% en función de la categoría de las calles), pero los constructores se amparan en informes jurídicos que avala su abono cuando se inicie la obra.
“Existe un malestar y una preocupación generalizada en el sector por unas demoras que consideramos injustificadas”, asegura Francisco Chamorro, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Obras, que la próxima semana han convocado un consejo para oficializar su negativa al pago del ICIO al pedir las licencias. Los constructores, junto con los arquitectos, vienen exponiendo esta situación desde mayo al alcalde, Javier Márquez, y a la edil de Servicios Técnicos, Rosa Cárdenas, pero hasta ahora no han recibido ninguna solución. “Nos dicen que es un problema de falta de personal, porque solo tienen un arquitecto para supervisar todos los proyectos, pero nosotros creemos que es un problema de gestión”, indica Francisco Chamorro. El presidente de los constructores lamenta que esta situación tiene “bloqueado” al sector y a numerosas obras en la ciudad y, encima, llama la atención sobre los ingresos que deja de recibir el Ayuntamiento.