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La historia de una escuela en edificios emblemáticos

Historia de la Escuela de Artes (y III). Las primeras sedes fueron casas alquiladas por el Ayuntamiento hasta que a mediados del siglo XX se ubicó en el edifico La Escuela, en la calle San Antonio. La actual sede se construyó en 1971.

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  • La Escuela de Artes y Oficios, en 1971. -
La Escuela de Arte y Oficios de Algeciras abrió sus puertas a la enseñanza el 1 de marzo de 1911 en una casa propiedad del señor Caset en el Secano, que fue alquilada por el Ayuntamiento por 75 pesetas al mes. En precario, fue ocupando casas particulares hasta mediados del siglo XX, que fue trasladada a la casa de la calle San Antonio número 10.

Este edificio es de principios del siglo XIX, de factura neoclásica, con detalles ornamentales barrocos. Tiene dos plantas y está desarrollado alrededor de un patio de columnas y arcadas, con cubierta inclinada de teja árabe y balcones corridos sujetos por tomapuntas decorados de hierro forjado.

Una profunda reforma adecuó en 1961 el edificio a su nuevo cometido educativo, una interesante y poco estudiada intervención. El proyecto fue redactado por el famoso arquitecto Casto Fernández-Shaw (1896-1978), entre cuyas obras destacan el Coliseum de Madrid, el colegio de la Asunción de Málaga, el edificio para la General Motors en Tánger o el hotel Salymar de San Fernando.

El arquitecto Fernández-Shaw, perteneció a la conocida como generación de 1925 por sus proyectos progresistas. El coste total de la obra fue de 901.118,74 pesetas. El 27 de septiembre de 1961 se publicaron las condiciones de la subasta, adjudicada el 13 de diciembre a Alfonso Sánchez Sepúlveda, residente en Cádiz, por 660.075, 35 pesetas.

Actualmente conocido como edificio La Escuela, está protegido en el Plan General Municipal de Ordenación en el grado 2, Edificios de notable interés arquitectónico y/o histórico.

Sede actual

El actual edificio de la escuela es obra del arquitecto valenciano Fernando Garrido Gutiérrez. Pertenece al movimiento moderno y se encuentra enmarcado dentro de lo que ha venido en llamarse arquitectura orgánica. Se trata de una filosofía de la arquitectura que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural.
Es un edificio exento, de planta espiral alrededor de un espacio libre con interesante arbolado.

Posee múltiples niveles que se desarrollan salvando el fuerte desnivel existente entre el Paseo Marítimo y la calle paralela, relacionados por complicadas formas en planta. Se refuerza con unas láminas verticales en el centro de la espiral de la planta.

El diseño original del edificio ha sido enmascarado por la exagerada volumetría de las construcciones adyacentes perdiendo parte de su impacto visual.La escultura de la doncella que se encuentra en el jardín es obra de Carlos Gómez de Avellaneda.

Este edificio fue adjudicado a la madrileña empresa constructora Becosa el 19 de diciembre de 1967. El presupuesto inicial era de 20.437.464,35 pesetas. Becosa lo realizó por 17.230.826,20 pesetas. Este edificio esta protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) desde el 2 de septiembre de 2008. En 1968 obtuvo el primer premio de Arquitectura de la Exposición Nacional de Bellas Artes. Fue inaugurado por el ministro de Educación y Ciencias José Luis Villar Palasí el 18 de junio de 1971.

El edificio de la Escuela de Artes y Oficios esta construida sobre terrenos del antiguo cortijo del Calvario. Esta finca quizás sea la propiedad que ha creado más controversia en todo el término municipal de Algeciras, polémica todavía no zanjada en el siglo XXI.

Pertenecía el Cortijo del Calvario al matrimonio formado por Juan Jiménez Serrano y María de Mendoza, vecinos de Gibraltar, agregándola a unos vínculos que fundaron en 1555.Todos estos vínculos y los fundados por Juan Ugarte en los términos de Algeciras y San Roque fueron heredados por la familia Urbina, condes de Cartaojal.

Poseía el condado de Cartaojal a principios del siglo XIX el teniente general José Urbina y Urbina, famoso por la batalla de Tudela. Vecino de Antequera, sus propiedades eran administradas en el Campo de Gibraltar por Francisco Díez del Real, vecino de Algeciras.

El 20 de junio de 1817, el rey concedió licencia al conde para que pudiera vender las tierras. El 1 de junio de 1.830 el administrador solicitó permiso para sacar a subasta el cortijo. Se señaló el día 15 a las 12.00 horas. Una hora antes de la indicada, el pregonero desde la puerta principal que da a la plaza de Armas, hizo público la postura que depositó el día anterior Vicente Bálsamo por 35.880 reales de vellón. Al ser el único postor, se dio por concluido el acto.

Lindaba el cortijo a poniente con la vereda del cementerio, al norte con tierras del cortijo Zarza del Moro y con los muros de Algeciras, por levante con el mar y Fuerte de Santiago. Con una extensión de 75 fanegas.

Vicente Bálsamo arrendó el cortijo por parcelas rentabilizando así los 35.880 reales de vellón que le costó. El 17 de octubre de 1840 le arrendó a Manuel Delgado, sargento retirado de Artillería, un pedazo de tierra de labor.

Al fallecer Vicente Bálsamo el 30 de abril de 1863, hereda la finca su hijo Agustín. El lunes 27 de mayo de 1872 fallecía Agustín Bálsamo Cabrera de una apoplejía fulminante. Dos día después se abrió su testamento, causando un desconcierto general, ya que dejaba nombrado un administrador de todo el caudal que sólo gozaran en usufructo sus esposa y hermana, y una vez fallecidas estas el administrador distribuirá los beneficios a los pobres.

El Ayuntamiento de Algeciras expropió para el bien público la finca el 4 de febrero de 1950 por 1.007.385 pesetas. A finales de los sesenta, se dedicó partes de la finca para construir casas baratas y escuelas, entre las que se hizo la Escuela de Artes y Oficios.

El Pleno del 3 de abril de 2000 aprobó con los votos a favor del equipo de Gobierno la cesión de los terrenos del campo de fútbol El Mirador (dentro de los terrenos del antiguo Cortijo del Calvario) a la empresa Somixur, S.A. La construcción de un centro comercial y la revalorización de los terrenos ha convertido la Escuela de Artes y Oficios en un bien codiciado para especular.

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