El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jerez decretó este lunes prisión comunicada y sin fianza a la espera de juicio para el vecino de la avenida de Méjico de 43 años detenido el pasado domingo como presunto autor de los delitos de incendio y violencia de género sobre la mujer. Tras pasar a disposición judicial después de permanecer una noche en los calabozos de la Comisaría de La Asunción, la juez ordenó su ingreso en prisión, tal y como confirman a este periódico fuentes de la investigación.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 13.40 horas, cuando el CIMACC 091 recibió varias llamadas informando de que una persona, que carece de antecedentes, tenía intención de precipitarse al vacío desde un inmueble ubicado en la avenida de Méjico. Hasta el lugar se desplazaron varios indicativos policiales cuyos agentes observaron como salía humo procedente de una de las viviendas de la quinta planta del edificio. La columna de humo era visible desde muchos puntos de Jerez, lo que provocó cierta inquietud entre los residentes.
Por todo ello se requirió la presencia del Cuerpo de Bomberos para proceder a la sofocación y extinción del incendio. Los agentes iniciaron el protocolo de contención y evacuación establecido en este tipo de sucesos con especial atención en la ayuda a las personas mayores y con movilidad reducida. Una vez allí, los agentes se entrevistaron con una mujer que estaba en compañía sus hijos, la cual relató a los agentes que el fuego provenía de su propio domicilio, y que había sido provocado por su propia expareja, después de una fuerte discusión dentro del inmueble y del que los acabó echando a la fuerza. En esos mismos instantes, en las zonas comunes fue localizado el presunto responsable del incendio, que no tiene antecedentes, y que intentó huir del lugar sin éxito al ser interceptado por los agentes.
Tal y como adelantó Viva Jerez, la proximidad con el parque de bomberos facilitó la rápida actuación de estos profesionales, que acudieron a la vivienda con nueve efectivos apoyados por cuatro vehículos, que emplearon unos 1.500 litros de agua para sofocar el incendio. A su llegada, encontraron humo y llamas en las ventanas de la vivienda, por delante y por detrás del edificio. Afortunadamente, no había persona en el interior del inmueble.
El incendio fue “de gran magnitud” según reconocieron los propios bomberos, que al mismo tiempo destacan la “rápida” extinción del fuego. De hecho, las llamas arrasaron el 90 por ciento de la vivienda y calcinaron por completo el salón. No obstante, en una primera inspección, no parece que el edificio en el que se produjo el incendio haya sufrido daños estructurales. Por contra, la vivienda afectada por las llamas sí necesita una intervención integral.