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José María García anima a defender la vigencia del buen periodismo

El veterano e inimitable periodista recibió en San Fernando el Premio Pepe Oneto, que reconoce la trayectoria de los periodistas más brillantes del país

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José María García recibe el Premio de Peridismo Pepe Oneto

  • García abordó el difícil momento de la profesión, arremetió contra la clase política e incurrió en el existencialismo

José María García acaba de cumplir 80 años. Dejó las ondas hace veinte, pero su huella sigue presente en la memoria colectiva como una de las figuras fundamentales de la historia de la radio de nuestro país. Este año, además de estrenar una excelente serie documental sobre su trayectoria, no ha parado de recibir premios, lo que ha acelerado la sensación, dice, de que le queda “un telediario”. Este viernes recibió uno más, que no es uno más, ya que lleva el nombre del periodista Pepe Oneto, junto al que estudió en la Escuela de Periodismo de la Iglesia -era la única que ofrecía clases por las tardes, con lo que podían compaginarlas con su trabajo matinal-, y al que recordó de manera emocionada bajo el prisma existencialista que dominó buena parte de su discurso: “Pepe Oneto sentó cátedra, no por valentía, que no le gustaba, no por sagacidad, no buscaba las exclusivas, sino porque era el que analizaba y certificaba. Era culto, libre y estilaba sabiduría”, expresó para definirlo.

Pepe Oneto sentó cátedra, no por valentía, que no le gustaba, no por sagacidad, no buscaba las exclusivas, sino porque era el que analizaba y certificaba. Era culto, libre y estilaba sabiduría

El premio vino a recogerlo en persona a la tierra de Oneto, San Fernando, donde Publicaciones del Sur celebraba un año más las Jornadas Nacionales de Periodismo, con el patrocinio del Ayuntamiento isleño y la Fundación Cajasol, y en el transcurso de la cual tiene lugar la entrega del galardón, que este año cumplía su tercera edición, tras los concedidos a Matías Prats y Mercedes Milá.

En el Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León había mucha expectación por saludarle en persona, por fotografiarse a su lado, pero sobre todo por escucharle, porque escuchar a García es, tantos años después, un ejercicio de nostalgia, pero también de actitud -“nos hizo pensar”, subrayó Fernando Pérez Monguió en su presentación-, de mantener el espíritu crítico ante cuanto ocurre a nuestro alrededor, y José María no se calló una, en especial a la hora de hablar de la clase política española, e incluso bromeó con Florentino Pérez cuando le interrumpió una llamada a su móvil.

En este sentido, el periodista animó ante todo a seguir defendiendo la profesión periodística y el papel de los medios de comunicación en uno de los momentos más delicados de su historia, por el difícil sostén financiero, la amenaza del “click”, que ha puesto en riesgo el rigor periodístico, y unas redes sociales en las que campa a sus anchas el anonimato. En definitiva, defender la vigencia del buen periodismo en aras de la libertad y la democracia, como garantes del derecho a la información de la ciudadanía.

“El periodismo tiene que mantenerse, pero hay que volver a aquel periodismo de denuncia, de pluralidad, de libertad”, apuntó, antes de animar a fortalecer la profesión. “No llegamos a ningún puerto si no se acaba con el escondite. El que diga algo tiene que responsabilizarse y firmar. Se dicen barbaridades y el periodismo está hoy al borde del k.o. financiero, salvo excepciones locales. Solo dos medios producen beneficios al año, Tele5 y Antena 3, y no son ejemplo de brillantez ni de libertad”.

 “Periodismo es libertad, verdad, eso ha desaparecido, está en un momento caótico. Aquí tenemos un brillante empresario -en alusión directa a José Antonio Mallou, consejero delegado de Publicaciones del Sur-, con televisiones, periódicos, que tiene que hacer auténticas exhibiciones de conocimientos para pagar a sus 250 trabajadores todos los meses”, puso como ejemplo.

“Salvemos, luchemos por el periodismo, porque los grandes beneficiados son ustedes”, insistió, antes de introducir un segundo elemento vital en la ecuación: “Un país grande, para que sea grande, tiene que tener políticos brillantes, y sólo tenemos carcamales, aunque jóvenes; y además debe tener una Justicia que sea justa, y ahora mismo lo es solamente para el chorizo que roba un bocata”.

Y García no se rebeló sólo contra integrantes del ejecutivo de Pedro Sánchez, sino contra los de los gobiernos autonómicos, sobre todo por las cantidades de dinero dedicadas a sus gabinetes de prensa y a sus radio televisiones públicas, por el mero hecho de imponer su propio discurso y su imagen. Y las críticas fueron desde Isabel García Ayuso, por Telemadrid, como hacia la Junta de Andalucía por Canal Sur, para concluir con la pregunta: “¿Para qué sirven las televisiones autonómicas?”.

“Por eso -prosiguió- pido a mis compañeros que luchen por un periodismo sagaz. Un país sin justicia, sin prensa libre y sin políticos preparados no será un gran país. Estamos luchando por nosotros, pero también por ustedes, porque un tipo mal informado es un bulto sospechoso”. Luchar y, también, “defender todos los caminos de la información sana y veraz, hoy que muchos viven del click”.

García admitió para finalizar que “es un orgullo recibir este premio aquí. No es peloteo. Aquí nació la libertad de prensa. No era mala entonces, pero hoy es abiertamente insuficiente”.

Él, al menos, la ejerció durante los años que reinó en las ondas españolas, como destacó José Antonio Mallou durante la presentación del acto: “Fuiste pionero en contar la verdad, sin miedo al poder, ejerciendo la libertad de prensa en un momento complicado. Eres un periodista de raza y comprometido, que abrió el camino a generaciones venideras. Sé que solías decir que el halago debilita, pero hoy te llevo la contraria. Hay que reconocer con honestidad tu valía profesional y éste es un acto de justicia que te debe este bendito oficio. El periodismo no es solo informar, sino transformar, hablar y actuar con valentía, y has sido un infatigable notario de la realidad a pesar de todo y de todos. Si hay algo que ha demostrado el tiempo es que eres historia eterna del periodismo español”.

En el diploma acreditativo que le hizo entrega Erik Oneto, hijo del añorado periodista isleño y “compañero de trincheras” de García durante años, podía leerse: “En reconocimiento a su brillante carrera profesional marcada por un nuevo estilo de ejercer el periodismo que elevó a la radio española a un nivel de influencia formidable en la narración y análisis de los acontecimientos deportivos nacionales e internacionales de las últimas décadas. Su impronta fue tan grande que aún hoy, transcurridos más de 20 años de su retirada, buena parte de la ciudadanía española recuerda el fenómeno que representó por su inigualable estilo de comunicar, su compromiso con la libertad de expresión y su manera de entender el periodismo apegado a la denuncia, la investigación y la crítica, incompatible con la equidistancia que reivindican algunos periodistas en la actualidad”.

Nadie podrá ponerlo en duda.

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