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?San Roque no debería tener crisis, es un municipio privilegiado?

Llegó a la Alcaldía sin esperárselo. Las circunstancias quisieron que, también sin esperárselo, se encontrara con una crisis económica prácticamente al inicio de su gestión. Ahora, cuando afronta la recta final de su mandato, Fernando Palma evalúa la situación para EL FARO INFORMACIÓN

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  • Fernando Palma acaba de cerrar los presupuestos para 2011, con los que pretende dar carpetazo a la situación de endeudamiento del municipio. -
Llegó a la Alcaldía sin esperárselo. Las circunstancias quisieron que, también sin esperárselo, se encontrara con una crisis económica prácticamente al inicio de su gestión. Ahora, cuando afronta la recta final de su mandato, Fernando Palma evalúa la situación para EL FARO INFORMACIÓN, aportando su particular visión a la crisis de los ayuntamientos.

—Su mandato ha sido accidentado y convulso, obligado a pactar con muchos grupos políticos. ¿Qué valoración hace ahora del mismo?
—Ha sido un tiempo enriquecedor, en el sentido de asumir una responsabilidad imprevista, que por las circunstancias de la vida, por primera vez en la historia se nombra a un alcalde porque la ley así lo quiere, por haber sido la lista más votada. Estoy hablando de marzo de 2009, cuando ya se sabía que había una crisis, pero algunos todavía no querían saber mucho de ella. Fui uno de los primeros que dijo públicamente la situación tan mala en la que se encontraba el Ayuntamiento. Eso ha tenido sus pros y sus contras. Primero fue un shock para la propia Corporación, porque no conocía las circunstancias en las que se encontraba el Ayuntamiento, y por otro lado tomar las medidas oportunas que se consolidan hoy, porque lo que está haciendo ahora el Gobierno y la Junta es lo que yo empecé a hacer en mayo de 2009. Pero también, cuando se habla de una crisis internacional, es verdad. Pero luego está la crisis española, la andaluza y la de cada uno de los ayuntamientos, y el Ayuntamiento de San Roque no debería tener crisis, porque somos un municipio privilegiado, con un segmento industrial de los más importantes de España y una zona turística y residencial de las mejores de España. Aquí lo que ha habido es un desgobierno y un despilfarro, que se ha vivido por encima de las posibilidades de San Roque.
—¿Dónde ha sufrido San Roque la crisis?
—En el capítulo uno, el aumento de personal de 2003 hasta hoy ha sido del 50%, o sea el doble de la nómina de lo que era en 2003. La subida de ingresos no la ha habido, y el coste de Personal está por encima de los ingresos que había. Otro problema es que se han contratado servicios imposibles de poder pagar, como las empresas que se han ido en los últimos años de San Roque, porque el Ayuntamiento no podía pagar. Por ejemplo, la basura, o los servicios que prestamos en el Ayuntamiento y que no son competencia, que tendría que haber pagado la Junta, como los colegios o los centros de salud. O sea, que aquí se ha jugado de una forma especulativa, diciendo que somos muy ricos… En estos años se llegó a tal extremo que las subvenciones que llegaban destinadas a proyectos se destinaban a pagar nóminas. Por ejemplo, el centro de salud de Urgencias de San Enrique de Guadiaro lleva dos años paralizado porque se gastó el dinero. Hemos tenido instalaciones deportivas también paralizadas porque las subvenciones de la Junta se ha gastado para pagar nóminas. Primero habrá que recuperar el dinero, porque si no habrá que devolverlo a la Junta de Andalucía, y pagar la inversión que no se ha pagado todavía. Es un doble coste que ha traído muchos problemas. Pero con una buena gestión, se puede llegar al nivel de 2003, cuando todavía se vivía bien desde el punto de vista administrativo.
—¿Habrá entonces que recortar servicios?
—En primer lugar, hay que consolidar los ingresos. Ha habido una mala gestión y una morosidad en el catastro. Existen todavía miles de viviendas en San Roque que no pagan impuestos. Esta será una de las medidas urgentes que estamos llevando a cabo. Nosotros ya, el año pasado, subvencionamos el 100% de la subida del catastro. No hemos padecido lo que han padecido otros ayuntamientos. Pero ahí queda un trabajo por hacer para dar de alta a muchísimas unidades que será un alivio importante para San Roque. Pero, por otra parte, tenemos que reducir los costes, y centrarnos en aquellas cosas que son imprescindibles. Por ejemplo, no vamos a poder dejar un colegio o un centro de salud sin limpiar. Pero si se hacía un servicio de cinco estrellas, pues habrá que bajarlo a tres estrellas. Hemos estado en contacto con todas las empresas privadas que prestan su servicio en el Ayuntamiento, de exponerle cuál es la situación y de rebajar los contratos que hemos tenido hasta ahora.
—Usted ha recibido muchas críticas por los despidos de Emadesa...
—Los contratos, supuestamente, se hicieron fraudulentos de forma intencionada, para que esas personas se quedasen en el Ayuntamiento por la puerta de atrás. Cuando los trabajadores recurren a la Justicia, y se determina que es un despido improcedente, el Ayuntamiento tenía que haber dicho finiquito, pago lo que tengo que pagar, pero van a la calle porque no tengo dinero para seguir pagando. El Ayuntamiento no recurrió porque no tenía para poner 100.000 euros de aval para seguir el recurso. Era un proyecto para trabajar durante equis tiempo en la mejora de las aceras de San Roque. Pero es que llegó un momento en el que estábamos pagando nóminas y el Ayuntamiento no tenía dinero para pagar cemento, lozas… Esa responsabilidad tiene que ser asumida, y tiene que ser castigado, porque esa dejadez ha sido a costa del dinero de todos los sanroqueños.
—¿Y cuál cree que puede ser el castigo?
—Nosotros lo vamos a mandar a la Fiscalía, porque entendemos que alguien tiene que ser responsable de una dejación de funciones y malversación de fondos, porque se ha tirado con el dinero de otros, y eso tiene graves consecuencias para la Administración pública.
—Usted ha insistido en la importancia del POT para San Roque...
—Sí. Yo tengo que hacer un cumplido a la Mancomunidad, donde los alcaldes, a través del Consejo de Alcaldes, estamos consiguiendo objetivos muy importantes, sobre todo en los servicios a prestar por la empresa Arcgisa, para que se convierta en una empresa fuerte en el Campo de Gibraltar que mejore los servicios y que los haga más baratos. También hemos llegado a un acuerdo para que nuestra presidenta, en nombre de todos los alcaldes del Campo de Gibraltar, presione y motive a la Junta para que se apruebe el POT del Campo de Gibraltar que tanto esperamos. Para San Roque es algo fundamental, porque prevé cinco áreas de oportunidades. Primero, crear suelo industrial para que las empresas se puedan ubicar en nuestro municipio, que hasta ahora no teníamos; el área deportiva, con Santa María Polo Club, que pretende crear el destino polo mejor del mundo, con un proyecto que está para empezar; Guadalquitón-Borondo, donde pretendemos que el Ayuntamiento se quede con el último parque en todo el Mediterráneo y convertirlo en un parque público; una zona de viviendas en Guadiaro para los trabajadores por el tema del polo; y el que más riqueza puede traer que es el Parque Industrial Tecnológico, que se haría aquí para que se puedan ubicar empresas que prestan el servicios a las grandes industrias, y que todavía hoy tienen que venir de lejos. Si vemos la riqueza que ello puede traer, no entiendo cómo ya no se ha aprobado el POT.
—Estamos asistiendo a una situación convulsa laboralmente en las industrias de la zona...
—Es preocupante que tengamos empresas tan importantes con estos problemas. El tema de Artenius lo llevamos sufriendo más de tres años. Pero en estos temas debemos ser muy prudentes, porque sacar titulares de algún político es perjudicial en vez de favorable. Yo creo que algunos políticos hemos sido o han sido un poco irresponsables. Porque cuando los políticos se mezclan en la empresa privada se estropea más que se arregla. Yo creo que aquí todos tenemos que ser responsables y ganadores, la Administración, los trabajadores y las empresas. Y sólo es posible con el diálogo, y sin echar nadie la culpa a otro. Los intereses son comunes, entre comillas. Pero, cuando se tiran balones fuera y se crea inseguridad es cuando los trabajadores pierden los nervios y las empresas reciben la presión de los accionistas, que son los que ponen el dinero a riesgo. Y, por lo tanto, si aquí no nos ponemos de acuerdo los tres, tendremos un problema difícil de solucionar. Yo creo que aquí, en un futuro, habrá mucho trabajo para los que hay y muchos más. Pero también tenemos que decir la verdad. Tenemos un puerto y una industria de las más importantes de España. Tenemos la previsión de la ZAL con muchísima creación de empleo. Algunas empresas vienen aquí y ven el ambiente que hay en el Campo de Gibraltar y salen corriendo. Si no somos positivos y no nos ayudamos mutuamente, difícilmente llegaremos a acuerdos. Y, como nuestro país se está empobreciendo y tenemos que romper esa caída de la riqueza, tenemos que ser conscientes. Mi generación ha vivido siempre mejor en los últimos treinta años, y siempre hemos ido para arriba. Nosotros sabemos lo que hemos pasado hace treinta años, y la juventud eso no lo conoce, y nosotros tenemos que transmitirle a ellos la importancia que tiene el valor de un euro y el trabajo que cuesta ganar un euro.
—¿Cree que los sindicatos no están actuando de forma correcta?
—Yo pienso que los sindicatos son suficientemente inteligentes para hacer un autoanálisis de lo que está ocurriendo y tomen las medidas oportunas. Yo no soy sindicalista y, por lo tanto, no voy a entrar en las calificaciones. Sé que han conocido el problema y que tienen que tomar una postura adaptándose a los tiempos. Los ciclos cambian y lo que hay que ser es dinámico y adaptarse a las circunstancias.
—¿Cree que la situación de crisis desenvocará en un vuelco político?
—Indudablemente. Yo creo que el pueblo español es suficientemente inteligente para ver dónde estamos y a dónde podemos ir. El país se ha venido al garete. España ha perdido protagonismo, imagen. Estamos endeudados. Somos el hazmerreir del mundo, y yo creo que esto tiene que dar un vuelco total. Creo que algunos políticos tendrán que reflexionar si no hay que cambiar España entera, porque cuatriplicamos las administraciones. Si empezamos por el Gobierno, las autonomías, que son paralelas, las diputaciones, que son delegados de los anteriores, igual en las mancomunidades y en los ayuntamientos. Imaginémonos lo que eso cuesta. Lo que hacemos es administrar lo que el ciudadano pone en nuestras manos, y si para eso tenemos que tener cinco niveles para llegar al ciudadano, eso es insostenible. No se puede pagar. No hay ningún país que yo conozca que esté estructurado como España. Ya no es posible, porque el IVA ya no va a ser 18, va a ser 50. Llego a decir que, a lo mejor, tendremos que pensar si no hay que cambiar algunas cosas de la Constitución española. Hay que cambiar los fundamentos y los pilares del Gobierno de este país.

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